sábado, 5 de febrero de 2011

Cyber-Alma

Esta es la primera de las obras que subiré en este Blog, les daría una sinopsis para que sepan más o menos de que trata, pero la cosa es que si hiciera eso arruinaría algunos misterios y sorpresas, ya que el relato está lleno de ellos. Solo les pido que le den una oportunidad. Es una obra original de ciencia ficción, acción y humor. Agradezco a Andrew Romero por la fantástica Portada.

Se agradecen críticas y comentarios, espero les guste. =)





Delirios del autor:
Existen muchas clases de mundos dentro del mundo, están los que se extienden hasta las estrellas y los que existen dentro de una granja para hormigas. Un mundo no es un lugar determinado por el espacio físico, sino por la visión de sus habitantes. Podemos sentirnos reyes o esclavos de ese mundo, podemos sentirnos cómodos o incómodos ahí, podemos acostumbrarnos a sus reglas y romperlas si así lo vemos correcto, y podemos intentar hacer algo grandioso para dejar nuestra huella en el. Al final todo se reduce a las sensaciones que nos hacen seres vivos, y ese mundo nos pertenece y le pertenecemos. Es tan grande como alcanzamos a imaginarlo, aunque más allá exista todavía más, y siempre existe más en caso de que queramos expandir nuestra visión. A veces, sin embargo, no se puede ir mas allá, pero no por eso somos prisioneros de nuestro mundo, porque la libertad también es una sensación, y a veces puede alcanzarse estando en una jaula.

Capitulo uno: El residente

El largo e iluminado pasillo de losas blancas permanecía vacío en su monótona pulcritud. A la distancia, comenzó a resonar por las paredes una sucesión de pasos acelerados que aumentaban al mismo tiempo que la diminuta figura humana al fondo de aquel pasillo hexagonal aparentemente infinito y blanco como el papel. El corredor era un individuo masculino de aspecto muy joven. Su piel era pálida y el cabello rubio se le alborotaba por el viento mientras atravesaba a grandes y rápidas zancadas el largísimo trecho.
Más atrás otra figura apareció desde un camino adyacente, corriendo de manera constante y mecánica detrás del chico, quizás a una velocidad todavía mayor que este.
El muchacho se giró para ver de reojo a sus espaldas, y se alarmó al ver a su perseguidor mas cerca de lo que imaginaba. Redobló sus esfuerzos para ir aun más aprisa, llenando sus pulmones por la nariz y resoplando por la boca en tanto movía sus brazos al compás de sus rapidísimas piernas.
El perseguidor era muy diferente a el, empezando por el detalle de que no tenia rostro, y su cuerpo carente de ropa era de un blanco solo un poco mas opaco que el de el pasillo. Al correr podía notarse su rigidez y sus articulaciones visiblemente mecánicas emitían un silbido neumático a cada paso que daba, era una especie de maniquí robótico desbocado, que sin mucho esfuerzo se acercaba cada vez más a su objetivo.
Finalmente el muchacho alcanzó a ver un umbral, parecía el final de ese trecho y el comienzo de una sección nueva. El incansable maniquí estaba ya peligrosamente cerca, podía oír sus fuertes pisadas tras el, resonando junto a las suyas.
La línea de sus labios se doblaron hacia arriba en una sonrisa. En ese preciso instante, y aumentando todavía mas la velocidad, el joven inclinó su cuerpo hacia delante y comenzó a correr con la parte de delante de los pies, apoyándose en los dedos en lugar de los talones, moviéndose con una destreza casi felina.
Salió disparado como una flecha, y en cuestión de segundos marcó una importante distancia de su inhumano perseguidor.

Al atravesar el umbral una gruesa plancha metálica se deslizó por el marco de arriba hasta caer ruidosamente contra el suelo, bloqueando la entrada a la nueva sección por completo y dejando al frenético maniquí del otro lado. El joven detuvo su carrera casi de golpe lo que le hizo deslizarse en el suelo reluciente. Se dio la vuelta para mirar la entrada, quizás para cerciorarse de que estaba bien cerrada. Su atuendo crujió cuando se sentó un segundo a recuperar el aire. Tenía una especie de ajustado traje sintético de una sola pieza que lo enfundaba de los pies hasta el cuello, dejando expuestas únicamente la cabeza y las manos. El traje era de color azul brillante con franjas negras, y una minúscula red de delgadas líneas hexagonales trazaba simétricamente toda la superficie de la prenda.
Resopló de alivio y se permitió un instante mas para aspirar hondo y soltarlo todo por la boca antes de volver a ponerse de pie.
La nueva sección era una sala considerablemente más amplia que el pasillo, pero no igual de larga. Constaba de unos veinte metros de largo con una altura de más o menos igual medida, también tapizado únicamente con pulidísimas losas de una blancura encandecerte, era como si la luz fuera emanada de las propias paredes y el techo. Al otro extremo de la sala, muy cerca del techo se encontraba una abertura cuadrada no más grande que un conducto de aire que parecía ser el nuevo punto de salida, ya que la sala no contaba con una puerta como la que acababa de cruzar.
De pronto la espaciosa habitación comenzó a sacudirse con la estridencia de un terremoto, el chico se fue directo contra la pared para buscar apoyo y miró a su alrededor. El lugar estaba completamente vacío, salvo por un par de cámaras esféricas que no dejaban de vigilarlo con sus redondas lentes que manaban un frío brillo celeste. Entonces, sin previo aviso el piso comenzó a inclinarse de forma alarmante, y supo de inmediato lo que tenia que hacer.
El piso se elevaba hacia el hueco cerca del techo mientras el rincón en que el estaba se hundía cada vez mas. Se vio obligado a avanzar cuando la pared de su lado dejó lugar a un vacío donde se hallaba la más impenetrable y siniestra oscuridad, como si fuera la boca de una bestia mecanica, y esto se acentuaba mas por el retumbante sonido de los mecanismo internos, que sonaban con un constante aullido de otro mundo.
Comenzó a correr otra vez, ahora con mucha mas dificultad por efecto de la gravedad que lo empujaba hacia aquel hambriento agujero que crecía a sus espaldas al mismo tiempo que el suelo se hacia mas empinado e imposible de subir. Cuando sintió que estaba perdiendo el equilibrio y caía de espaldas se arrojó para adelante y cayó sobre sus rodillas que uso para darse impulso, continuando su aserción a gatas. El vendito hueco de la salida parecía estar todavía lejos y el suelo ya casi estaba a medio camino de su verticalidad total. Empecinado por no caer empezó a reptar como un reptil, esperando que su sujeción durara lo suficiente, ya estaba faltando poco.
En el último tramo una fuerte ventisca helada salió del negro agujero, que ya abarcaba gran parte de lo que era el piso, y la plataforma en movimiento estaba ya en una posición vertiginosa. El joven lanzó su mano cuando sintió que se precipitaba, y con la yema de los dedos logró afianzarse justo a tiempo al marco de la abertura. Lanzó su otra mano, y con toda la fuerza de sus brazos se impulsó hasta meterse por el hueco.

Apareció arrastrándose por el suelo de una nueva sección de geometría semiesférica, mucho más compacta que las dos anteriores. En el medio de esta se alzaba una mesa-teclado abarrotada de botones y un amplio monitor compuesto solo por una lamina de vidrio donde varias ventanas digitales estaban abiertas y llenas de palabras y códigos numéricos. Atrás de esa especie de computadora se hallaba una nueva salida, y su nuevo desafío al mismo tiempo. A ambos lados de la puerta una docena de cerrojos la mantenían sellada fuertemente, y el único medio para abrirlas parecía hallarse en la consola ante el. Sin perder el tiempo el muchacho se lanzó sobre el teclado y comenzó a teclear febrilmente. En la pantalla de vidrio se proyectaron nuevas ventanas de color negro con letras blancas.
Las filas de texto bajaban, algunas ventanas se cerraban y daban lugar a otras de diferentes tamaños. Entonces dos de los gruesos cerrojos de más arriba chirriaron y se escondieron en la pared. Sonrió exultante, y continuó tecleando con una velocidad tal que a penas se podían seguir sus dedos con la vista. En los treinta segundos siguientes dos pares mas de cerrojos habían cedido, dejando solo los de mas abajo.
Cuando el tercer par se abrió el primer par volvió a cerrarse de golpe. Azorado, miró la salida con los ojos desorbitados y luego volvió a concentrarse en el teclado y la pantalla para solucionar lo ocurrido. Debieron pasar unos dos minutos que le parecieron siglos, en los que luchó contra los tozudos cerrojos que se abrían cuando otros se cerraban y a veces en viceversa, al final y luego de sentir un ligero calambre en las manos por fin todos los cerrojos se desbloquearon, dejando la salida accesible. La puerta se levantó sola cuando el se le acercó lo suficiente, y pasando el umbral entró en un nuevo espacio de esa especie de pista de obstáculos.

El lugar era mucho más amplio que el anterior, y llegaba a los cien metros de largo que finalizaba en una prometedora puerta de color azul. El joven desconfiaba de la espaciosa habitación por el simple hecho de que estaba demasiado tranquila y vacía, pero no tenía mas alternativa que avanzar pese a lo que surgiera para detenerlo.
Tal y como sabia que sucedería, al dar los primeros pasos el espacio a su alrededor comenzó a moverse y transformarse, las paredes de losas se separaron en secciones iguales hasta quedar hechos paneles bien definidos, y se salieron de sus lugares empujados lentamente por los enormes suspensores hidráulicos que tenían detrás. Lo mismo ocurrió con el techo y el suelo pero de forma diferente; en lugar de avanzaran lenta y uniformemente hacia el centro, empezaron a estrellarse unas contra otras en completa discordancia. Eran como gigantescas y mortíferas prensas hidráulicas. Al mismo tiempo, las paredes comenzaron a moverse todas a la vez, estrechando el salón lentamente, incluidos el aplastante piso y techo, que se retraían sobre si mismos, baldosa por baldosa, mientras las paredes se acercaban más entre ellas.
El joven sabía que si no pasaba rápido ese nuevo desafío terminaría aplastado por las paredes o por las prensas.
Empezó a correr desaforadamente en dirección a la primera de las cinco prensas, y cuando esta se abrió se subió y atravesó los diez metros de la trampa antes de que se cerrara otra vez. Salió justo a tiempo cuando el suelo se disparó y chocó contra la plancha opuesta, haciendo un ruido atronador como la palmada de un gigante. Todavía tenia que superar cuatro de esos obstáculos y las paredes seguían constriñéndose en tanto un desesperante ruido de engranajes saturaba el agobiante salón blanco. Cada prensa caía a su propio ritmo y a distintas velocidades. Atravesó los dos siguientes obstáculos, sin detenerse, las paredes ya solo le dejaban poco más de tres metros de espacio. El ruido de engranajes crecía y las ultimas dos prensas parecían mas aceleradas que todas las anteriores. Reuniendo valor y se lanzó.
Cruzaba la anteúltima prensa cuando esta parecía estar a punto de cerrarse con todo su peso, el muchacho reaccionó a tiempo y haciendo una barrida se deslizó escapando por solo unos centímetros. Sin detenerse siguió corriendo, las paredes ya solo estaban a menos de dos metros la una de la otra. No tenia tiempo de medir la velocidad con la que caía la última prensa, a esas alturas igual de angosta que las paredes. Cuando esta se abrió por completo saltó entre las dos angostas plataformas y tirándose al resbaladizo suelo boca abajo se deslizó sobre su torso los metros restantes.
Su plan no funcionó, y a solo un metro del otro extremo de la plataforma esta se levantó de golpe e impactó contra el panel del techo… con él en medio.
El ruido de engranajes cesó, y todo se detuvo.

4 comentarios:

  1. Me han parecido magníficos esos "Delirios del autor" muy muy filosóficos, increiblemente lógicos y muy bien escritos. Una muy buena introducción y la última oración -que también ha puesto Andreu en su blog- me parece una buena indicación de lo que quizá sea ese mundo tan hostil y terriblemente pulcro y blanco. Esa carácterística me ha llevado a pensar en la cárcel "luminosa" de "THX 1138". Me lo imagino como un mundo totalmente mecánico pero plagado de trampas, algo similar a Cube -mis referencias son cinematográficas porque me he tirado un año dándome un festín (demasiadas veces indigesto) de películas supuestas de ciencia ficción- sin embargo se me antoja mucho más amplio, un "mundo" que comentabas. Un mundo que trata de destruir, por sí mismo, a sus habitantes. Las distintas "pruebas" me han parecido muy visuales -porque están muy bien escritas- aunque quizá me haya visto algo apurado en la de las prensas -pero es que hoy estoy muy cansado y hago lo que puedo. Y el final, me deja intrigado. No sólo por lo que le habrá ocurrido al muchacho, sino por las muchas ideas que comienzan a esbozarse "¿qué lugar es ese?" "¿porqué lo persiguen y, al parecer, tratan de destruirlo?" y así podría estar horas. Muy buen comienzo, me alegro de haber hecho caso a la recomendación de Andreu -siempre son buenas, por cierto- y a ver qué nos depara el futuro. Intentaré seguirlo. Un saludo.

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  2. Gracias por tan elaborado comentario, Dani. Lo que te puedo decir es que una de las cosas que mas me gustan de este relato es lo impredecible que llega a ser.
    Gracias de nuevo y paciencia que pronto subire la continuacion. n_n

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  3. Poco más puedo añadir a lo dicho por Dani. Me ha gustado muchísimo.

    Pero lo mejor de todo está al principio:
    "A veces, sin embargo, no se puede ir mas allá, pero no por eso somos prisioneros de nuestro mundo, porque la libertad también es una sensación, y a veces puede alcanzarse estando en una jaula."

    Esto es INCREÍBLE.

    ¿Se queda aquí el relato o tienes intención de continuarlo?

    Un muy buen comienzo para el blog, de verdad.

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    También hay pegas, por supuesto. Y es que a mí sí me ha costado un poco la lectura. Hay partes difíciles de comprender, que creo, podrían simplificarse, o bien eliminando algunos adjetivos, porque es tan descriptivo que puede haber algo de sobresaturación. Y esto dificulta naturalmente la lectura.

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    La ortografía está generalmente muy bien cuidada, pero se te han escapado muchas tildes en "mas" y "el", por ejemplo. Tengo en un Word los fallos que he visto apuntados, si me dices una dirección donde enviártelo lo haré encantado^^. Pero ten en cuenta que muchas, más que correcciones, son simples sugerencias o pareceres, y eso ya depende de cada uno.

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    Sí, me fijo mucho en esas cosas. Sobre todo porque me sirve para aprender yo mismo a captar mis propias faltas, que no sé qué maldición es esa que me cuesta verlas hasta que no me las dicen XD.

    Espero más publicaciones pronto. ¡Y ánimo, que esto arranca fenomenal! Y no es coña^^.

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  4. uhhhh..... justo cuando estaba recordando lo bueno que estaba el capi, veo que lo cortas a la mitad? oO

    oh vaya... supongo que es para meterle emoción, le cortaste en una parte buena XD

    Uhmmm.... mi memoria suele ser mala, pero tengo la impresión que esta versión es la misma que lei hace meses, palabra por palabra. ¿sera?

    Quizás sean paranoias mías... a darle camarada!

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