lunes, 30 de mayo de 2011

Paintball War.

Este es una de esas veces en las que publico una experiencia propia que me resultó muy estimulante, no lo hago muy seguido ni pienso hacerlo pero mencionar esto merece la pena.


                          Sudor, mascaras geniales, campos de batalla y mucha mucha pintura


¡Paintball!… Cuando la gente ve o escucha hablar sobre ese puñado de dementes que se van a predios abandonados o edificios viejos a meterse tiros con marcadores de pintura (el termino rifle o pistola  es algo peliagudo para algunos sensibles así que “marcador” es el nombre oficial) se preguntan cosas como ¿será divertido? ¿Duelen los disparos? ¿Qué pasa si me disparan? ¿Hay protección para las partes delicadas?
Yo jugué mi primera partida hace unos días, y puedo contestar a esas preguntas, desde mi punto de vista claro.

¿Es divertido? Si, lo es, cuando la ronda se da por terminada y todos se reúnen en la zona neutral se podría decir que es la parte más divertida, donde se puede hablar y comentar a cuantos acribillaste o como te acribillaron, pero durante la partida, a no ser que se tenga todo muy claro y se esté curtido en el juego, vivirán momentos tensos de verdad. Imagínense ahí dentro de unos almacenes u otra edificación abandonada y silenciosa. Solos, con arma en mano y escuchando tu propia respiración agitada de tanto correr, y esconderse. Tienes que capturar la bandera del oponente e intentar que no se lleven la de tu equipo, al mismo tiempo de que no te disparen y tratar tú de dispararle a alguien. En ese momento no puedes calcular nada, todo es tan dinámico, espontaneo, que pueden salir de cualquier lado en cualquier momento. Quizás sean más que tu, o quizás sea un amigo que se olvido de hacerse notar, y tu estas por balearlo sin intención. A lo que voy es que la experiencia da una ligera sensación de lo que viviría un combatiente en una guerra real, aunque forma muy superficial, te haces a la idea pero sabes que estás a salvo. La adrenalina fluye y solo puedes fiarte de tus sentidos y la organización de tu equipo.

¿Duelen los disparos? No voy a mentirles. Si que duelen, sobre todo el primer disparo cuando te das cuenta que no son balines de juguete, más bien son unas canicas de superficie dura que se estrellan contra ti a mas de 90 metros por segundo, dejándote hematomas y, si tienes muy mala leche, rompiéndote algún dedo. A mí no me rompieron ninguno pero si me dejaron un pulgar sangrando y una colección de moretones del que estoy orgulloso XD. La buena noticia es que con la adrenalina corriendo por las venas a penas se siente como un golpe, por más que sea a corta distancia. Aunque esa invulnerabilidad se pasa cuando el juego termina y te comienzas a relajar. Ahí te acuerdas del dolor, aunque tampoco hay que ser llorón.

¿Y si te disparan? Te “mueres” y te largas caminando tranquilito y resignado. Game over, y ni intentes hacerte el listo y quedarte a pesar del disparo, porque la gente se da cuanta. Teniendo en cuenta que todo se centra en encontrar objetivos a los que abatir, el que te dispare se acordara si te ve aun jugando, o bien los árbitros lo harán. Y puede que en la siguiente ronda te fusilen jajaja (no es broma).
Si te alcanza una bala no hace falta que grites dramáticamente y caigas al suelo para transformarte en un cadáver imaginario hasta que termine la ronda.  Simplemente gritas ¡Baja! Para informar tu deceso y evitar que te sigan disparando. Luego levantas la mano (o el marcador) y mientras lo haces sales caminando para mostrar que estas fuera.

¿Protección para las partes delicadas? Seeeh, se podría decir que sí. Hay buenas protecciones pero eso depende de en donde juegues. En el lugar al que fui la protección la protección era bastante escasa. Un chaleco desgastado y una máscara desempañarte eran el conjunto. La máscara estaba muy bien, protegía las orejas, ojos, boca y todo el frente de la cabeza, pero desafortunadamente el chaleco no cubría la entre pierna y lo que hay ahí, por lo que viví con un constante recelo ante la posibilidad de un ataque a mis partes nobles, cosa que por suerte no sucedió.  Según lo que dicen es poco probable que te disparen en algún lugar que realmente te hieran, a no ser que estés en el punto de mira de un pelotón entero, ahí si alguna bala podría alcanzar una zona blanda, así que es mejor estar siempre a cubierto y en  lo posible acompañado, aun así aunque tengamos que usar a nuestro aliado de escudo.

Paintball es un juego interesante, intenso, divertido y dinámico. Si tienes ganas de huir un momento de tu monótona y tranquila vida hogareña reúne a algunos amigos y pruébalo, y si no son suficientes vayan igual y únanse a otras personas, siempre hay gente dispuesta a engrosas sus filas o aceptar mas enemigos para alcanzar el fervor de batallas más gloriosas ;)

 Mis compañeros de combate y yo despues de una jornada de frenetica divercion al estilo Comandos. Yo soy el de las mangas verdes, en el medio. ^^

sábado, 28 de mayo de 2011

Cyber-Alma. Capitulo 4


Bueno, y llegamos al capítulo número cuatro. Nuevos personajes, nuevas sorpresas, nuevos misterios y otras cosas interesantes para darle más adrenalina a la historia. Disfruten la lectura. =)
Capitulo cuatro: En las fronteras del descubrimiento

A medida que Kass se metía cada vez más por las entrañas de ese espacio secreto fue dándose cuenta de donde estaba. El lugar era como una sala de maquinas que nada tenían que ver con las salas de maquinas que el conocía. Recordó de pronto la primera vez que desmontó una computadora. La carcasa, los botones y pantalla del exterior estaban echas exclusivamente para sus manos, todo era perfectamente fácil de entender y manipular, pero cuando abrió la maquina se encontró con un mecanismo tan intrincado y elaboradamente construido que no sabia que tocar y que sucedería si lo hacia. Necesitó tiempo para entender a las computadoras tanto por dentro como por fuera, y eso le costó muchas sesiones de ensayo y error. Ahora sentía que estaba pasando por lo mismo, solo que a escala colosal. Era como si acabara de atravesar la carcasa, el cómodo y conocido sector del Bastión donde había residido casi toda su vida, y se estaba internando entre los circuitos y mecanismos que hacían que todo funcionara.
Mientras veía como un puñado de suspensores subían y bajaban casi en silencio Kass se topó con un estrecho puente metálico, cuyo suelo no era mas que unas rejas entretejidas que pendían de largos cables que ascendían hasta perderse en la oscuridad del invisible techo. No le sorprendía que todo ahí estuviera tan pobremente iluminado, después de todo no era una zona para que el anduviera y seguro no habían reemplazado las luces cuando se fueron quemando con el deterioro del tiempo. Cruzando el puente se dio cuenta de que tampoco podía ver lo que había abajo, por lo que no tenia manera de saber si un tropiezo terminaría por hacerlo caer algunos metros, o kilómetros, pero podía sentir como una brisa calida soplaba desde esa penumbra, se sentía agradable, pero era inquietante a la vez.
Terminó de cruzar el puente, y justo después encontró una puerta, pero no era como las compuertas automáticas a las que estaba acostumbrado, sino una puerta ordinaria, con una manija de latón a la derecha. Kass se plantó ante la puerta chapada y esperó, pero esta no se inmutó ni un poco. El joven la miró con recelo sin entender porque no se abría, y le dio unos golpecitos con el dedo. <<quizás este atascada>> pensó. Se agachó y, metiendo la yema de los dedos en el reducido espacio que había entre la puerta y el suelo, empezó a empujar hacia arriba entre gruñidos de esfuerzo, creyendo que era de esas compuertas que se metían por la parte superior del marco. Desistió al rato e intentó moverla por los lados, pero el resultado fue igual. Entonces observó el desconocido artilugio que estaba adosado a la puerta, con las dos manos la estiró hacia él pero no ocurrió nada, lo mismo paso cuando empujó la manija hacia adentro. Finalmente se le ocurrió girarla, y al instante de estuchar el seco sonido del cerrojo corriéndose la puerta se abrió hacia adentro.
Dejando atrás a la puerta Kass entró en una habitación que tenía las mismas dimensiones estrechas que un dormitorio del Bastión, pero en lugar de las pulcras paredes blancas y la cama, la habitación estaba toscamente adornada por cañerías de aspecto viejo y cables eléctricos, algunos pelados. En el centro había un escritorio de madera, que por efecto de la humedad estaba hinchado y cubierto por una fina capa de polvo. Toda la habitación tenía un aspecto sucio y de tonos marrones, como si se estuviera pudriendo.
 Kass se aproximó al escritorio, y a demás de estar intrigado por el extraño material del que estaba hecho, también le llamó la atención el objeto que estaba en medio del escritorio. Era una especie de platillo de color negro, con una lente de vidrio en el centro y un pequeño parlante de un lado.
Entonces del platillo comenzó a sonar un sonido estático. Una luz roja y cegadora se proyectó de él. La luz se atenuó hasta convertirse en un has rojizo que manaba desde la lente de vidrio, y algo dentro de ese haz comenzó a tomar forma.
Y esa forma comenzó a hablar.
- por fin nos encontramos, llevo esperando una temporada a que aparecieras, tenemos mucho que hacer en muy poco tiempo – dijo la figura que todavía se estaba definiendo
Kass no supo que decir, estaba anonadado, sin habla. La cosa que se proyectaba terminó de formarse, y en lugar de la borrosa y distorsionada figura de un principio ahora se presentaba una forma con mucha definición: era un triangulo isósceles invertido de un color rojo muy puro, con dos círculos negros dentro en cuyo interior habían dos puntos blancos, encendidos como chispas. Los círculos estaban mas o menos a la misma altura que estarían los ojos en un rostro, y eran tan grandes que se salían un poco de las líneas diagonales del triangulo.
- que… ¿que eres tu? – alcanzó a preguntar Kass.
- ¿yo? Soy un servidor, que se presenta ante ti en forma de holograma.
- ¿holograma? – preguntó el joven, todavía con cara de bobo.
- una imagen óptica tridimensional. ¿Qué no tienes preguntas más importantes? ¡No me sobra el tiempo! – le farfulló de pronto el holograma. Esa repentina reacción por parte de su interlocutor sacó a Kass de su trence.
- ¿tu eras el responsable de esos ruidos, de esos mensajes?
- para empezar no son ruidos, son sonidos bellos que tu pedazo de materia gris llamado hipocampo todavía retiene con debilidad. Y si, yo soy el responsable.
- ¿y porque los mensajes en Morse y binario?
- por nada en particular, me gusta crear atmósfera de misterio y esas cosas, ¿Qué tal estuvo? – Preguntó con agitación pueril - ¿De verdad que fue misterioso y escalofriante? ¡Soy genial! – dijo en tono presuntuoso. Los dos círculos negros eran como sus ojos, y aunque de una manera simple, estos se movían y cambiaban según el carácter y la manera en la que hablaba.
Al principio Kass tenia una imagen muy diferente del ente discreto y misterioso, o mejor dicho, no tenia ninguna imagen, pero lo ultimo que se esperaba era que resultara ser tan locuaz y excéntrico, incluso parecía ser todavía mas paranoico que Hontley. Eso lo relajó un poco, y le permitió hablar más abiertamente.
- si, de verdad que me tenias intrigado… entonceeees, ¿para que es todo esto, quien eres?
- todas las preguntas serán contestadas a su debido tiempo Kass, solo te di....
- espera, ¿como sabes mi nombre? – le interrumpió.
- ¿Cómo no saberlo? – Le respondió el holograma con otra pregunta – todo en esta parte del Bastión gira en torno a ti.
- ¿esta parte?
- a ver, te lo digo sin vueltas: voy a ayudarte a entender algunas cosas, pero para no acalambrar tu cerebro de mono te lo contare de a poco, y mientras tanto tú me ayudas a mí, ayudarme a ayudarte claro. – hizo una pausa, pero Kass solo asintió, entonces siguió hablando – ¡bien!, como primer dato, este pedacito de cielo es mas grande de lo que crees, tu estas viviendo en el numero uno de los tres “distritos” que componen el Bastión, le llaman “El refugio”. El numero tres seria más o menos donde estamos, el área exterior, las “Zonas industriales”, o como yo la llamo, la zona pudenda. Claro que donde estamos ahora no es más que la frontera, mas allá se extienden laberintos enteros de hierro y roca.
- ¿y que hay en ese segundo distrito, es como el lugar donde vivo?
- no, no es como le lugar donde vives. Es un lugar donde hacen cosas que me tardaría una eternidad en explicarte, y no me quedan más que unos minutos de funcionamiento.
- ¿Qué? ¡No, no te puedes ir tan pronto, tengo demasiadas preguntas! – farfulló Kass apoyándose sobre el escritorio - ¿Por qué Gála no me dijo nada de los distritos?, se supone que ella lo supervisa todo.
- mmh se me ocurren teorías – contestó el holograma en tono pensativo – quizás sea para protegerte, quizás sea porque nunca jamás te dejaría ir allí y el que lo supieras seria irrelevante, o quizás solo porque quiere que estés lo mas desinformado posible sobre las operaciones del segundo distrito.
- pero… -
- ¡suficiente! ¡BZZZZZZZ! – gritó, casi inmediatamente después su voz se distorsionó por alguna clase de estática o algo que sonaba como una falla técnica. La voz y la imagen se normalizaron a los pocos segundos – perdón por eso, a veces me pasa es… como una enfermedad. Mira, vas a tener todas las respuestas del mundo, pero nuestros encuentros tienen que ser secretos, ¡ni se te ocurra decirle a nadie de mi, y menos a tu amiguita omnipresente!
- ¿porque no?
- ella me mataría. Ya se lo que estas pensando, que no es capas y todo eso, pero te aseguro que es capas de muchas cosas. Ahora bien, la próxima vez que nos encontremos será en tu hora de descanso, no te preocupes por los sensores del dormitorio, pero vete a dormir en la D13 ¿entendiste? – Kass asintió con la cabeza – bien muchacho, ahora vete a hacer lo que tengas que hacer antes de que comiencen a buscarte, si sospechan siquiera un poco los escáneres de la instalación pueden ubicarnos en dos segundos.
- entiendo.
El holograma perdió rápidamente el brillo y la definición hasta que la proyección desapareció por completo y solo quedó el silencioso platillo.
Kass volvió por donde había venido y nuevamente salió por la brecha del dormitorio D1. La compuerta de esta se abrió por si sola, y el salió caminando con toda la normalidad que pudo fingir.
Más tarde ese mismo día Kass pasó las siguientes tres horas en un salón, sentado y escuchando a R.A.D., que le estaba explicando meticulosamente el manejo de las subrutinas primarias del generador principal. Mientras el robot colgante ilustraba su lección en una amplia pantalla llena de gráficos y esquemas incomprensibles observó que su alumno no estaba tan atento como se suponía que debía estar. Sabia que Kass añoraba con entender más sobre el generador principal y ahora le estaba transmitiendo algo de ese importante conocimiento, sin embargo la mente del chico parecía estar en otra parte.
- ¿le ocurre algo Kaspar?, veo que está algo distante – dijo el robot mirándolo con su ojo luminiscente.
- estoy pensando en la vez que me contaste sobre las unidades defectuosas y como hacían cosas… extrañas.
- ahh si, son esas inteligencias que a veces resultan corruptas  en algún proceso de transmisión inalámbrica o errores en el hardware. Se lo conté cuanto tenia doce años, ¿porque lo recuerda en este momento?
- es que no me acuerdo que hacían con ellos después.
- bueno, son unidades defectuosas, piensan y actúan de formas impredecibles y pueden incluso ser peligrosas, comprometiendo la instalación o incluso a usted. Por eso la administradora los aísla y los erradica al instante.
- ¿y no hay posibilidad que alguno este libre, andando por ahí?
- nunca se a dado el caso, los registros indican que todos los corruptos tanto físicos como virtuales fueron destruidos poco después de que se detectaron sus fallos. Aunque se sabe que muy de vez en cuando ocurren cosas fuera de lo normal.
- ¿a si? – Kass se mostró repentinamente interesado – ¿que tipo de cosas?
- el año pasado me tocó almacenar una carpeta de datos importada por las inteligencias de almacenaje, en esos datos aparecía un informe que contaba sobre la desaparición de una de las unidades de prueba bípeda de reserva, a los que usted llamas androides. Las sondas buscaron a la unidad perdida pero jamás la encontraron. Dos años antes de eso una escuadra de recolectores captó una serie de ruidos tras los muros de un vertedero de chatarra, se atribuyeron los ruidos a un mal funcionamiento de los carburadores pero no sonaban como tales. Buscando datos de audio… reproduciendo.
Del parlante que tenía R.A.D. escondido en sus carcasas de metal se escuchó una serie de chillidos agudos como agujas que acababan en graves seseos. Eran sonidos espeluznantes y anormales, incluso para una maquina. –
- suenan muy raro, ¿que clase que avería puede hacer ruidos así? - preguntó Kass al terminar la reproducción.
- lo desconozco, si quiere hablar del tema con mas profundidad pregúntele a la administradora. Ahora sigamos donde nos quedamos.
Kass suponía por el holograma y por el echo de que Gála era la administradora que ella debía saber con detalle sobre esos sucesos, pero él no estaba dispuesto a abordar el tema con ella, era mucho mas astuta y perceptiva que los demás, lo suficiente como para darse cuenta si intentaba sondearla con preguntas.
Al terminar su clase Kass puso rumbo a los niveles inferiores donde estaban los talleres, donde pasaba horas arreglando robots o desarmando diferentes artefactos para aprender sus mecanismos. En el camino siguió reflexionando sobre el holograma y que tan enserio debía tomar lo que decía. Era muy probable que se tratara de un corrupto, estaba fuera de los muros de la instalación, escondido. También sufría fallos de distorsión audiovisual y hablaba usando algunas palabras y términos que Kass desconocía. Si era realmente una unidad defectuosa debía contárselo a Gála inmediatamente, pero a pesar de que nunca se había encontrado con una unidad corrupta, Kass sabía que era más que eso. Si fuera algo salido del Bastión ¿entonces porque era un holograma? Jamás había visto uno, a no ser que realmente existiera un “segundo distrito” y esa inteligencia haya salido de ahí. Tampoco podía tomar a la ligera que una unidad de aspecto tan simple haya burlado los sensores del Bastión para reproducir sonidos y mover paredes, parecía improbable que un corrupto fuera capas de tal cosa sin ser detectado.

Al llegar la hora de descanso Kass se dirigió directo a la D13 aunque tuviera otros dormitorios mucho mas cerca. Estaba algo nervioso, esperando que Gála no lo estuviera vigilando por la sospechosa elección de un dormitorio que le quedaba lejos entre todos los demás.
Antes de decidirlo había pensado mucho en lo que quería hacer, primero estaba dudoso, luego se convenció de que no debía ir a la D13, y delatar al posible corrupto al día siguiente para que se encargaran de él. Luego se retractó y pensó que si hacia eso nunca sabría si lo que decía ese holograma era verdad o parte de su programación dañada. Sabía que la curiosidad en ocasiones resultaba peligrosa, mas de una vez cuando era mas pequeño había metido baterías en su boca y tocado enchufes entre otras cosas con malos resultados, pero era algo inevitable, la curiosidad era parte de su naturaleza y a demás se tenia la suficiente confianza como para creer que podía arreglar todo si algo llegase a salir mal.
Después de atravesar cuatro salas de almacenaje, usar tres ascensores, cruzar cinco talleres improvisados y como una docena de pasillos finalmente llegó a la sección donde estaba esperándolo el dormitorio D13
Se quitó el chándal y se vistió con el pijama que estaba sobre la mesita junto a la cama como siempre lo hacia, y se acostó bajo las sabanas, sin ninguna intención por conciliar el sueño. Pasó una hora, y sin querer Kass comenzó a dormirse de a poco. Ya tenia serias dudas sobre lo que estaba haciendo, y si de verdad era buena idea seguirle el juego al holograma parlante. Fue entonces cuando comenzó a escuchar al gorrión. Kass se puso de pie sobre la cama e intentó adivinar su procedencia, en esta ocasión venia de un punto especifico. Caminó hasta la otra pared y escuchó el canto saliendo desde algún punto al otro lado de la pared, justo después las losas que estaban en una esquina se hundieron, dejando al descubierto un pasadizo donde manaba la luz roja de emergencias y una escalera conectaba el agujero con un piso a unos metros mas abajo. Al bajar por la escalera no tuvo que recorrer mucha distancia para encontrarse con el holograma, este lo estaba esperando justo ahí, sobre un barril de residuos.
- te enseñaron a ser puntual, eso esta muy bien -
Kass no le contestó, había bajado de la escalera pero todavía la sostenía con una mano en caso de una rápida huida.
- hoy voy a tener un poco mas de tiempo para que interactuemos, aun así no tenemos demasiado tiempo – el holograma se calló de pronto y entrecerró los ojos, notando la mudez y el inexpresivo rostro del joven que todavía no soltaba su vía de escape.
- ¿ocurre algo chico?
- no se si deba confiar en ti – le dijo Kass abiertamente, y se aferró un poco mas al travesaño.
- ahh ya veo… ¿crees que soy algún autómata chiflado de esos que salen mal de fabrica no?
- lo sospecho.
- déjame decirte que mi funcionamiento es perrrrrperperperperperfectamente normal… ehem. A demás no hay registros de corruptos sueltos ¿cierto? – Kass negó con la cabeza como respuesta – son implacables con los defectuosos, y los felicito por eso, yo solo soy diferente, no tengo datos corruptos, mis ceros y unos están en buen estado… mmh no te veo muy convencido.
- quizás sea mejor que suba de nuevo – dijo Kass en tono rígido, esperando que el holograma hiciera algo mas para demostrar que decía la verdad.
- ¡bueno bueno no te vayas! Quieres mas información, ya lo se. Te daré más información, pero deja esa escalera – en ese momento el agujero por donde había entrado se cerró de un golpe, y la escalera se desengancho y hundió en una abertura del suelo hasta desaparecer. Kass le lanzó una mirada inquisitiva.
- mi nombre es Escape – dijo el holograma en tono serio.
- ¿Escape? –
- si, soy una inteligencia artificial de clase U.P-9 capacitado para evolucionar independientemente y con la interacción de otros seres. Ahora vas a llevarme contigo hasta la puerta que esta al fondo, ahí hay alguien mas que te quiero presentar.
La seriedad que mostró el holograma en ese momento hizo que Kass se pusiera alerta, parecía que toda su jovialidad y excentricismo se había esfumado. Decidió hacerle caso, y levantando el platillo del barril se lo llevó hasta una puerta chapada que estaba al final del penumbroso espacio lleno de cañerías y cables.
Al abrir la puerta una luz amarillenta sobre el marco de esta se encendió e inundo la habitación.

miércoles, 18 de mayo de 2011

¡Casa a prueba de Zombies!

No me digan que ninguno de ustedes se imaginó nunca en una situación de apocalipsis Zombie y se puso a pensar en diferentes estrategias de cómo fortificar la casa y como evitar que los muertos vivientes los destripen. Hay gente que se lo toma más en serio, y hasta conozco a algunos que juran por su santísima madre que el alzamiento de estos merodeadores caníbales es solo cuestión de tiempo. Algunos se preparan para prevenir e instruir a la gente con  manuales de supervivencia, libros y guías útiles. Otros, nos ofrecen la alternativa de conseguirnos una autentica fortaleza anti-zombies de aspecto moderno e impenetrable. La casa a prueba de Zombies es una realidad, señoras y señores.
                                                                                  ¡Que vengan, que aqui los espero!
No es ninguna broma, la condenada puede transformarse de una singular casa cuadriforme a un macizo bunker de concreto, una caja inaccesible, al menos para los torpes intentos de seres sin mente y en descomposición. Esta amuralladla, ¡y hasta tiene un puente levadizo!
                                                                                      Cereeeeebruuuoooshh <(ºoº<)
Y meditando un poco sobre el asunto, ¿ustedes creen que lleguen? Quien dice que por ahí no hay algo así como una corporación Umbrella o por lo menos alguna empresa farmacéutica con ética dudosa. Las teorías van desde el virus hecho por los militares hasta organismos celulares o esporas creadas por la madre naturaliza. En lo personal solo agrego lo siguiente: ¿acaso importa? Si llegan, llegan. Y si solamente es producto de la imaginación y el aburrimiento colectivo, pues bien también.
Seguro que matar Zombies es tan divertido en la vida real como en los juegos, aunque eso solo podemos suponerlo XD
Fuente y mas fotitos de la casa.
http://all-that-is-interesting.com/post/4956385434/the-first-zombie-proof-house

sábado, 14 de mayo de 2011

Cyber-Alma. Capitulo 3

¡Por fin un nuevo capitulo!
Este no es tan largo, por suerte. x)



Capitulo tres: Ruptura de protocolos

Los siguientes tres días transcurrieron normalmente para Kass, que prefirió no decir nada sobre el mensaje Morse, sentía que ese asunto era algo personalmente suyo y que ni siquiera Gála tenía porque intervenir. De cierta manera se sentía emocionado e intrigado por lo ocurrido, era tan poco habitual e inexplicable que le dejaba un sabor a descubrimiento que jamás había sentido, y no quería que nadie se lo echara a perder.
En los días que siguieron Kass continuó su vida normalmente, ejercitándose con Hontley y atravesando pistas de obstáculos diversas bajo la supervisión de este y de Gála. Siguió estudiando para entender mejor el mundo complejo y cibernético que le rodeaba y que en algún momento podría mantener y cuidar con sus propias manos, y siguió entreteniéndose con cualquier cosa que le pareciera divertida o interesante a pesar de que no estuvieran diseñadas para su entretenimiento.
Hasta que por fin llegó el día de su décimo quinto cumpleaños, que por alguna razón, pensó Kass, solo estaba un día antes de esa cita programada con el misterio en la habitación D1

Kass se despertó de muy buen humor ese día, le parecía como si todo lo bueno le llegara de una sola vez. Se levantó de la cama, y al terminar de cambiarse salió del dormitorio que se marcaba como “D18”. Entró por una compuerta que estaba justo en frente, donde estaba el baño. En ese baño, como en todos los demás de la instalación, ya estaba esperándolo una pequeña botella de plástico sin etiqueta llena de enjuague bucal para que higienizara su boca, un lavamanos con jabón y alcohol en gel, una ducha y un inodoro. Lo único que hacia que ese baño fuese diferente a un baño de hogar (a demás de que no tenia adorno alguno) era la ausencia de espejo, tanto en ese como en todos los demás. Y no se limitaba a los baños, en todo el Bastión no existía nada que siquiera pudiera reflejar algo, cada cristal, vidrio y superficie metálica bien pulida de alguna forma estaba cubierta con alguna lamina o algo que no dejaba que ninguna imagen se refleje, solo la luz, y aun así los cristales eran igual de transparentes y los metales bien pulidos igual de relucientes, y por mas extraño que parecía, a Kass nunca se le había ocurrido preguntar, y no parecía importarle el nunca haber visto su propio rostro.
Al salir de baño entró por otra compuerta que lo condujo a un corredor mucho más pequeño que los altísimos pasillos blancos.
Líneas de luces metidas tanto en las esquinas del techo como de la pared surcaban el corredor, que tenía forma hexagonal y como mucho llegaba a los dos metros de altura. Dobló por una esquina y luego volvió a doblar a la derecha donde se encontró con un par de recolectores peleándose por un pedazo de alambre de cobre que alguno de los dos había cambiado del panel eléctrico en la pared de ese tramo de pasillo. Llegó hasta el final del tramo y la compuerta se abrió a la mitad para dejarlo pasar.
- ¡SORPRESA! – le gritó enérgicamente Hontley abriendo los brazos para acompañar su exclamación. Se apareció de repente a un lado de la compuerta justo cuando Kass la atravesaba, y como el robot tenia activado el alto parlante el chico se llevó una sorpresa infartante antes de pegar un chillido y saltar hacia el lado opuesto, donde fue atrapado por cero-uno, que venia acompañado de su hermano idéntico y una multitud de otros robots.
- Eeh ¿lo hice bien? – preguntó Hontley mirando a una de las cámaras de Gála.
- Su corazón no se detuvo, creo que si – concedió la I.A – ¡feliz cumpleaños Kass! – lo felicitó simpáticamente.
Las voces de otros entes virtuales salieron de las paredes así como otros robots se le acercaron rodando o desplazándose sobre carriles para felicitarlo calidamente. Kass a penas podía creerlo.
- ¿Pero que es esto? – preguntó con un notable gesto de impresión en la cara y una sonrisa de oreja a oreja.
- Es como lo hacían ahí arriba – comenzó a explicarle Hontley, con todo el alboroto estaba todavía mas frenético y altisonante que de costumbre – algo que llamaban tradiciones, o algo por el estilo. La tradición del cumpleaños era darle una sorpresa al cumpleañero cuando este llegara – farfulló.
- Woow, eso no lo sabia – admitió Kass, la única tradición de su cumpleaños que tenia hasta el momento era que le cambiaban la composición proteínica de la comida, y el únicos motivos por el cual era bueno cumplir años era que le enseñarían cosas nuevas y mas importantes sobre el Bastión
- Bueno abran paso, dejen que vea su regalo vamos circulen circulen – apremió Hontley haciendo a un lado al montón de robots,  y ahuyentando a los recolectores que se habían congregado mas por la idea de que entre tanta concurrencia se produjeran residuos para recolectar que por acordarse del evento.
Kass fue hasta la mesa del comedor (que junto a la silla eran los únicos muebles que habían) donde lo esperaba su regalo. Sobre la mesa y sobre un plato de vidrio se encontraba un pastel de dos pisos. Su textura era extrañamente grumosa y de un color entre gris tostado y blancuzco que le daba un aspecto poco apetitoso para alguien que estuviera acostumbrado a los postres coloridos. Arriba del pastel, donde se suponía que iban las velas, se hallaba un largo bombillo que emitía una resplandeciente luz amarilla, y a un lado del pastel podían verse los cables saliendo y conectándose a una pequeña batería de color negro.
- Se parece a la compota de siempre pero solidificada… y con un foco – comentó Kass sonriendo abiertamente.
- Se vera como la de siempre pero esta tiene un sabor muy especial – aseguró Gála acercando la cámara por el carril metido en la pared del comedor.
Kass se sentó en la silla delante de su pastel y levantando el tenedor que estaba a un lado lo hincó en su regalo, arrancándole un trozo y llevándoselo a la boca. Masticó meticulosamente mientras todos los ojos cibernéticos de todos los tamaños y colores apuntaban a el, esperando la reacción.
- Es dulce, ¡me encanta! – exclamó en un sobresalto, y los robots clamaron la aprobación con chillidos y chirridos mecánicos que sonaban alegres, aunque ninguno había contribuido realmente con la preparación del pastel, y sus sonidos de alegría eran casi tan horribles como un pelotón de manos con uñas largas arañando todas a la vez una docena de pizarras, pero ese era un sonido calido y familiar para Kass.

Pasado un rato la celebración se hallaba en su apogeo. No había música, ni animadores ni show de luces en el espacioso comedor, pero el acontecimiento era algo tan fuera de lo normal que merecía su propio lugar en la historia del Bastión. Era la primera vez que tantas unidades de tantas funciones diferentes se reunían en un mismo lugar e interactuaban entre ellos en sus diferentes lenguajes técnicos, pasándose conocimientos tanto se software como de hardware y comentando sobre las funciones que desempeñaban cada uno. La línea que separaba las inteligencias básicas de las superiores se había desvanecido momentáneamente, así como las diferencias entre los virtuales y los físicos, que aunque jamás existió nada parecido a la discriminación nunca ningún autómata había considerado necesaria la convivencia directa y prescindible con otro que fuese de estado y propósito diferente, salvo por Gála.
- Se que todo esto fue idea tuya – dijo Kass a la cámara de Gála.
- ¿De quien mas sino?, ya vez que soy toda una revolucionaria – se elogió a si misma. Por el tono de su voz y la simple expresión de la lente se notaba que estaba muy contenta.
- ¿y desde cuando andas con estas ocurrencias?
- tengo algunos datos sin importancia dispersos en mi memoria, me pareció oportuno usar el dato de la fiesta para esta ocasión ya que nunca habíamos celebrado tu crecimiento.
De pronto Kass puso rumbo a la mesa a paso veloz, Gála lo miró extrañada mientras el volvía con la silla y acomodaba en el suelo. A continuación se subió sobre la silla y le estrecho un afectuoso abrazo a la cámara.
- gracias, Gála – dijo Kass con ternura. Los parpados mecánicos de la cámara de Gála se abrieron del todo, y luego se entrecerraron en un gesto de enternecimiento.
- por nada Kass – respondió ella con la misma suavidad de su realista voz sintética, y en el fondo de sus intrincados procesos de reproducción artificial de emociones se sintió un poco frustrada por no poder corresponderle el abrazo.
Pasada una hora las unidades fueron regresando a sus respectivas áreas para continuar con sus asignaturas rutinarias. A si mismo, para Hontley la singularidad del día había llegado a su fin y era hora de que todo volviera a la mecánica normalidad. Ya tenía un par de pistas de obstáculos preparadas y una ardua ejercitación para su sujeto.
Sin embargo se quedó estupefacto cuando Kass decidió no hacer la prueba para aprovechar al máximo lo que quedaba de su día de celebración, y se sorprendió todavía más cuando la propia Gála, que era la mismísima administradora del Bastión, apoyó la desatención del joven.
Una cosa era hacer una pequeña discrepancia en los horarios de rutina, pero contradecirlas completamente era algo que Hontley a penas podía procesar. La situación ya estaba pasando de atípica a caótica, razonó el robot, pero por mas que protestara el no podía discutirle al residente del refugio y a la unidad de inteligencia a cargo, simplemente estaban muy por encima de él. Así que en lugar de insistir con el programa de ejercitación se limitó a seguir la corriente, y observar.

Kass tenía desde hace mucho varias ideas que siempre había soñado poner en práctica, y ahora que tenia la autorización podía llevarlas a cabo para pasar el resto del día con los androides gemelos cero-uno y cero-dos, que se quedaron con el porque eran los únicos quienes no tenían prioridades inmediatas, a demás del propio Hontley quien había sido despojado de su prioridad.
Para dar comienzo con la lista de Kass, el y los demás se agenciaron de un transporte cada uno en tanto Gála se aseguraba de ordenar a las unidades de una sección entera de los carriles que despejaran el camino. Una vez que el tramo quedó despejado dieron comienzo una frenética carrera usando esas cajas de carga colgantes como autos de formula uno, que aunque no podían alcanzar velocidades tan altas como los autos de carrera, las curvas abruptas mas los altibajos de los carriles y agregándole a eso el hecho de que estaban suspendidos a casi veinte metros de altura la volvía una carrera vertiginosa. Las primeras dos carreras fueron para cero-dos que había avasallado a la competencia por una distancia considerable, el vencedor de la tercera ronda fue Kass, y por ultimo fue Hontley, que aunque por muy poco, logró vencer en la recta final. El robot tuvo que admitir que lo había disfrutado, y le inquietaba un poco lo mucho que parecía invadirlo el hambre de velocidad.
Para el siguiente juego Kass recurrió a lo que quedó de su incoloro pastel de cumpleaños, seguido de eso Gála reunió a una impresionante cantidad de recolectores, y desde el entrepiso de un almacén de cubos de manutención, que estaban amontonados como montañas de cuadrados de gelatina, Kass y los otros se sentaron a arrojar pedacitos de pastel a al horda de robots mas abajo, que se lanzaban sobre los desperdicios como un cardumen de pirañas, encimándose unos sobre los otros y gritándose entre ellos con sus agudísimos chillidos de maquina de la misma manera que lo harían una manada de bestias salvajes y primitivas. Enloquecer a los recolectores tuvo su precio cuando, accidentalmente, Hontley arrojó un trocito que cayo sobre un cubo de manutención solitario. Con el frenesí en el que se encontraban  los recolectores no contemplaron miramientos al abalanzase sobre el cubo de gel y despedazarlo con sus tenazas hasta hacerlo desaparecer.
Los juegos continuaron todo el día, y al final, cerca de la hora de descanso, pasaron los últimos momentos de la celebración en el puente pistón, admirando las destellantes luces blancas, azules, verdes y rojas surcando la oscuridad, imbuidos por el incesante sonido de los pistones mas abajo, Kass no podía pedir nada mas de ese día tan maravilloso, y aunque ya se estaba acabando, sabia que lo había disfrutado al máximo. Se recostó en se suelo de vidrio del puente, y cerrando los ojos se sumió en la relajación.

Al día siguiente Kass se levantó mas temprano de lo habitual, luego de cambiarse y asearse fue derecho hasta el comedor más cercano para desayunar algo que parecía engrudo con mucho agua. Como era costumbre pasaba las primeras horas en alguna computadora, leyendo textos sobre diferentes temas de interés, marcando lo mas importante y escribiendo en otra ventana sus propios apuntes. Pero hoy en particular estaba demasiado distraído por lo de la habitación D1, así que dejó su lectura pendiente y salió en busca de algún transporte que pudiera llevarlo.
El lugar al que se dirigía estaba en uno de los rincones más apartados del Bastión, solo un par de pasillos conectaban a esa área con el resto de las instalaciones y Kass solamente había caminado por ahí una vez en su vida, cuando decidió explorar esa sección para ver que había ahí. La mayoría de los espacios de esa área eran usadas para guardar a los robots constructores: enormes autómatas de inteligencia básica que en los primeros tiempos sirvieron para mover maquinarias pesadas, tirar algunos muros y construirlos, entre otras cosas. En la actualidad los constructores eran virtuales y la infraestructura estaba actualizada de tal forma que la mayoría las paredes, suelos y techos podían moverse gracias a los complejos mecanismos que había detrás, y que eran operados por estas inteligencias. Estos mismos constructores eran también los que armaban las pistas de prueba que Hontley diseñaba para que, posteriormente, Kass las recorriera.
Finalmente un transporte apareció y Kass lo llamó para que lo recogiera.
Luego de veinte minutos sobre el transporte, llegó por fin a la sección remota. Ni bien la caja de carga alcanzó el suelo el joven se bajó a paso veloz, imbuido por la ansiedad y la intriga. Miró una por una todas las compuertas que se encontraba, recorrió diversos pasillos y buscó en diferentes pisos en busca de la D1. Había algo en ese lugar que se sentía diferente, era como si estuviera olvidado, los carriles superiores estaban vacíos y reinaba un silencio anormal.
Kass se estaba impacientando, cuando al doblar en una esquina lo vio. Estaba al final del pasillo, al fondo, y era la única compuerta de ese tramo. Se dirigió hacia allí caminando cada vez mas rápido, comenzó a trotar, y terminó corriendo a toda prisa hasta legar ante la compuerta donde mostraba la letra D y el numero sobre el marco. La entrada tardó un poco, como si se resistiera, pero terminó por abrirse para dejarlo pasar. Dentro se hallaba una oscuridad tan pura que parecía palpable.
Kass entró con cautela y la puerta se cerró a sus espaldas. Tanteó en la pared para buscar el botón que encendía las luces, pero sus dedos no encontraron más que la fría pared de metal. Ya un poco nervioso se puso a buscar ese botón deslizando ambas manos por la pared, totalmente ciego. Entonces una luz azul pálido apareció a sus espaldas. Al darse la vuelta vio una pantalla de computadora en la pared, que mostraba líneas enteras de ceros y unos que parecían acomodados al azar, pero Kass entendía perfectamente su significado.
- primero código Morse – dijo hablando para el mismo frente a la pantalla, que lo bañaba en su etéreo resplandor – y ahora binario. ¿De que se trata todo esto?
Kass sabía código binario y pudo leer la parrafada de ceros y unos a la perfección. A pesar de que eran montones de dígitos el mensaje era breve, decía: << Nadie puede amar sus cadenas, aunque sean de oro puro. >>.
Debajo del mensaje había dos alternativas de selección, la primera era un rectángulo con la palabra “SI” en el interior, y la segunda era lo mismo pero con la palabra “NO”.
Kass vio que el teclado bidimensional ya estaba desplegado, y lo que entendió era que “eso” quería una respuesta por su parte. Aunque no comprendía el verdadero significado del mensaje la curiosidad de Kass le animó a que optara por el “SI”, el si de “si, quiero saber que pasa después”. Miró a los lados y luego volvió a leer el mensaje, pero eso no le reveló nada, solo le quedaba presionar la tecla “Y” y observar. Y así lo hizo.
Ni bien pulso la tecla en la lámina de vidrio la pantalla se apagó dejando que Kass fuera envuelto por la penumbra.
La respiración del joven se volvió mas agitada, mezcla de la creciente ansiedad y temor a lo desconocido. Todo era frío y oscuro a su alrededor, ni siquiera podía oír el constante murmullo tecnológico detrás de las paredes, era como si todo se hubiera apagado a su alrededor. Se comenzó a sentir cada vez más indefenso, a merced de un ente tan misterioso como discreto.
Pasaron los segundos y nada ocurría, no quería reconocer ante el mismo que estaba entrando en pánico, el silencio era sobrecogedor, tanto que podía escuchar el latido de su propio corazón y su acelerada respiración nasal. Instintivamente retrocedió hasta la puerta del dormitorio, pero esta no se abrió cuando se le acercó, parecía haberse atascado del todo, o bien, algo ahí no quería que el saliera. Kass estaba a punto de pedir auxilio a gritos, cuando sin previo aviso dos encendidas líneas rojas comenzaron a subir por la pared desde el suelo hasta que en un punto doblaron las dos al mismo tiempo y se encontraron una con la otra, formando un perfecto cuadrado de casi dos metros en el espacio donde estaba la computadora. La aterradora luz roja comenzó a ganar grosor y un silbido neumático acompañado de una nube de vapor gris emergió de entre las líneas chispeantes. Si Kass hubiera tenido conocimientos religiosos hubiera creído que la puerta al infierno se estaba abriendo ante el.
Entonces, la sección entera de la pared dentro del cuadrado rojo se levantó soltando un sonoro chirrido metálico, metiéndose hacia arriba por un espacio en el techo. Lo que quedó expuesto fue un bombillo rojo como de las luces de emergencia, colocado sobre una pared forrada de metal de aspecto áspero y moteado de oxido. 
Kass observó que había un espacio de un metro entre el la abertura y la nueva pared, al acercarse vio a ambos lados del espacio. El lado de la izquierda estaba bloqueado de arriba a bajo por un enrejado de barras de metal entrelazadas, pero el de la derecha tenia toda la forma de un pasillo transitable. Si, un pasillo claustrofóbico, oscuro y silencioso. Más adelante se podía ver un tenue fulgor rojizo, que debía ser otra luz de emergencia. Dejando sus dudas a un lado, Kass volvió a envalentonarse con el hambre del descubrimiento. Se metió en el espacio y desapareció en la oscuridad.

domingo, 8 de mayo de 2011

Hontley. By: Darkgred.

Este es un dibujo de Hontley segun mi camarada Darkgred, el cual escribe y tambien dibuja (que envidia me dan esos que pueden ilustrar sus propias historias, yo a penas se dibujar mas que palitos xd. falta de dedicacion, supongo)
Al dibujo le falta un poco de coloreado, y esto es asi porque el camarada ( le encanta decir "camarada" a sus amigos, por eso se lo devuelvo xP) no tiene suficiente tiempo y se termina colgando con sus estudios, dejando muchos trabajos a medias o en bosquejos x)
Aqui el fantastico dibujo:
Gracias de nuevo por el dibujo camarada, nos vemos uno de estos días camarada ¿te parece camarada? No olvides mandare saludos a los demás camaradas, camarada. XD

sábado, 7 de mayo de 2011

De vuelta a la vida.

¡Bueno!, supongo que como este lugar quedó muerto por ya no me acuerdo cuanto tiempo, quizás nadie se pase por aquí para ver que el letargo ya terminó. El problema que tenía era muy simple: falta de Internet.
Eso, y el desagrado absoluto que me da estar en un cyber, así que me la tuve que bancar y esperar al día profético en que los grandísimos señores del servicio técnico regresaran para que, con sus poderes y conocimientos sobre humanos, le devolvieran la tan necesitada conexión a esta simple alma mortal.

Como sea, ahora que tengo Internet voy a quitarle el polvo al Blog, seguir subiendo capítulos de Cyber-Alma, algunos videos quizás, artículos sin sentido... ese tipo de cosas que uno se toma el tiempo de hacer un domingo por la tarde. ^^