Bueno, y llegamos al capítulo número cuatro. Nuevos personajes, nuevas sorpresas, nuevos misterios y otras cosas interesantes para darle más adrenalina a la historia. Disfruten la lectura. =)
Capitulo cuatro: En las fronteras del descubrimiento
A medida que Kass se metía cada vez más por las entrañas de ese espacio secreto fue dándose cuenta de donde estaba. El lugar era como una sala de maquinas que nada tenían que ver con las salas de maquinas que el conocía. Recordó de pronto la primera vez que desmontó una computadora. La carcasa, los botones y pantalla del exterior estaban echas exclusivamente para sus manos, todo era perfectamente fácil de entender y manipular, pero cuando abrió la maquina se encontró con un mecanismo tan intrincado y elaboradamente construido que no sabia que tocar y que sucedería si lo hacia. Necesitó tiempo para entender a las computadoras tanto por dentro como por fuera, y eso le costó muchas sesiones de ensayo y error. Ahora sentía que estaba pasando por lo mismo, solo que a escala colosal. Era como si acabara de atravesar la carcasa, el cómodo y conocido sector del Bastión donde había residido casi toda su vida, y se estaba internando entre los circuitos y mecanismos que hacían que todo funcionara.
Mientras veía como un puñado de suspensores subían y bajaban casi en silencio Kass se topó con un estrecho puente metálico, cuyo suelo no era mas que unas rejas entretejidas que pendían de largos cables que ascendían hasta perderse en la oscuridad del invisible techo. No le sorprendía que todo ahí estuviera tan pobremente iluminado, después de todo no era una zona para que el anduviera y seguro no habían reemplazado las luces cuando se fueron quemando con el deterioro del tiempo. Cruzando el puente se dio cuenta de que tampoco podía ver lo que había abajo, por lo que no tenia manera de saber si un tropiezo terminaría por hacerlo caer algunos metros, o kilómetros, pero podía sentir como una brisa calida soplaba desde esa penumbra, se sentía agradable, pero era inquietante a la vez.
Terminó de cruzar el puente, y justo después encontró una puerta, pero no era como las compuertas automáticas a las que estaba acostumbrado, sino una puerta ordinaria, con una manija de latón a la derecha. Kass se plantó ante la puerta chapada y esperó, pero esta no se inmutó ni un poco. El joven la miró con recelo sin entender porque no se abría, y le dio unos golpecitos con el dedo. <<quizás este atascada>> pensó. Se agachó y, metiendo la yema de los dedos en el reducido espacio que había entre la puerta y el suelo, empezó a empujar hacia arriba entre gruñidos de esfuerzo, creyendo que era de esas compuertas que se metían por la parte superior del marco. Desistió al rato e intentó moverla por los lados, pero el resultado fue igual. Entonces observó el desconocido artilugio que estaba adosado a la puerta, con las dos manos la estiró hacia él pero no ocurrió nada, lo mismo paso cuando empujó la manija hacia adentro. Finalmente se le ocurrió girarla, y al instante de estuchar el seco sonido del cerrojo corriéndose la puerta se abrió hacia adentro.
Dejando atrás a la puerta Kass entró en una habitación que tenía las mismas dimensiones estrechas que un dormitorio del Bastión, pero en lugar de las pulcras paredes blancas y la cama, la habitación estaba toscamente adornada por cañerías de aspecto viejo y cables eléctricos, algunos pelados. En el centro había un escritorio de madera, que por efecto de la humedad estaba hinchado y cubierto por una fina capa de polvo. Toda la habitación tenía un aspecto sucio y de tonos marrones, como si se estuviera pudriendo.
Kass se aproximó al escritorio, y a demás de estar intrigado por el extraño material del que estaba hecho, también le llamó la atención el objeto que estaba en medio del escritorio. Era una especie de platillo de color negro, con una lente de vidrio en el centro y un pequeño parlante de un lado.
Entonces del platillo comenzó a sonar un sonido estático. Una luz roja y cegadora se proyectó de él. La luz se atenuó hasta convertirse en un has rojizo que manaba desde la lente de vidrio, y algo dentro de ese haz comenzó a tomar forma.
Y esa forma comenzó a hablar.
- por fin nos encontramos, llevo esperando una temporada a que aparecieras, tenemos mucho que hacer en muy poco tiempo – dijo la figura que todavía se estaba definiendo
Kass no supo que decir, estaba anonadado, sin habla. La cosa que se proyectaba terminó de formarse, y en lugar de la borrosa y distorsionada figura de un principio ahora se presentaba una forma con mucha definición: era un triangulo isósceles invertido de un color rojo muy puro, con dos círculos negros dentro en cuyo interior habían dos puntos blancos, encendidos como chispas. Los círculos estaban mas o menos a la misma altura que estarían los ojos en un rostro, y eran tan grandes que se salían un poco de las líneas diagonales del triangulo.
- que… ¿que eres tu? – alcanzó a preguntar Kass.
- ¿yo? Soy un servidor, que se presenta ante ti en forma de holograma.
- ¿holograma? – preguntó el joven, todavía con cara de bobo.
- una imagen óptica tridimensional. ¿Qué no tienes preguntas más importantes? ¡No me sobra el tiempo! – le farfulló de pronto el holograma. Esa repentina reacción por parte de su interlocutor sacó a Kass de su trence.
- ¿tu eras el responsable de esos ruidos, de esos mensajes?
- para empezar no son ruidos, son sonidos bellos que tu pedazo de materia gris llamado hipocampo todavía retiene con debilidad. Y si, yo soy el responsable.
- ¿y porque los mensajes en Morse y binario?
- por nada en particular, me gusta crear atmósfera de misterio y esas cosas, ¿Qué tal estuvo? – Preguntó con agitación pueril - ¿De verdad que fue misterioso y escalofriante? ¡Soy genial! – dijo en tono presuntuoso. Los dos círculos negros eran como sus ojos, y aunque de una manera simple, estos se movían y cambiaban según el carácter y la manera en la que hablaba.
Al principio Kass tenia una imagen muy diferente del ente discreto y misterioso, o mejor dicho, no tenia ninguna imagen, pero lo ultimo que se esperaba era que resultara ser tan locuaz y excéntrico, incluso parecía ser todavía mas paranoico que Hontley. Eso lo relajó un poco, y le permitió hablar más abiertamente.
- si, de verdad que me tenias intrigado… entonceeees, ¿para que es todo esto, quien eres?
- todas las preguntas serán contestadas a su debido tiempo Kass, solo te di....
- espera, ¿como sabes mi nombre? – le interrumpió.
- ¿Cómo no saberlo? – Le respondió el holograma con otra pregunta – todo en esta parte del Bastión gira en torno a ti.
- ¿esta parte?
- a ver, te lo digo sin vueltas: voy a ayudarte a entender algunas cosas, pero para no acalambrar tu cerebro de mono te lo contare de a poco, y mientras tanto tú me ayudas a mí, ayudarme a ayudarte claro. – hizo una pausa, pero Kass solo asintió, entonces siguió hablando – ¡bien!, como primer dato, este pedacito de cielo es mas grande de lo que crees, tu estas viviendo en el numero uno de los tres “distritos” que componen el Bastión, le llaman “El refugio”. El numero tres seria más o menos donde estamos, el área exterior, las “Zonas industriales”, o como yo la llamo, la zona pudenda. Claro que donde estamos ahora no es más que la frontera, mas allá se extienden laberintos enteros de hierro y roca.
- ¿y que hay en ese segundo distrito, es como el lugar donde vivo?
- no, no es como le lugar donde vives. Es un lugar donde hacen cosas que me tardaría una eternidad en explicarte, y no me quedan más que unos minutos de funcionamiento.
- ¿Qué? ¡No, no te puedes ir tan pronto, tengo demasiadas preguntas! – farfulló Kass apoyándose sobre el escritorio - ¿Por qué Gála no me dijo nada de los distritos?, se supone que ella lo supervisa todo.
- mmh se me ocurren teorías – contestó el holograma en tono pensativo – quizás sea para protegerte, quizás sea porque nunca jamás te dejaría ir allí y el que lo supieras seria irrelevante, o quizás solo porque quiere que estés lo mas desinformado posible sobre las operaciones del segundo distrito.
- pero… -
- ¡suficiente! ¡BZZZZZZZ! – gritó, casi inmediatamente después su voz se distorsionó por alguna clase de estática o algo que sonaba como una falla técnica. La voz y la imagen se normalizaron a los pocos segundos – perdón por eso, a veces me pasa es… como una enfermedad. Mira, vas a tener todas las respuestas del mundo, pero nuestros encuentros tienen que ser secretos, ¡ni se te ocurra decirle a nadie de mi, y menos a tu amiguita omnipresente!
- ¿porque no?
- ella me mataría. Ya se lo que estas pensando, que no es capas y todo eso, pero te aseguro que es capas de muchas cosas. Ahora bien, la próxima vez que nos encontremos será en tu hora de descanso, no te preocupes por los sensores del dormitorio, pero vete a dormir en la D13 ¿entendiste? – Kass asintió con la cabeza – bien muchacho, ahora vete a hacer lo que tengas que hacer antes de que comiencen a buscarte, si sospechan siquiera un poco los escáneres de la instalación pueden ubicarnos en dos segundos.
- entiendo.
El holograma perdió rápidamente el brillo y la definición hasta que la proyección desapareció por completo y solo quedó el silencioso platillo.
Kass volvió por donde había venido y nuevamente salió por la brecha del dormitorio D1. La compuerta de esta se abrió por si sola, y el salió caminando con toda la normalidad que pudo fingir.
Más tarde ese mismo día Kass pasó las siguientes tres horas en un salón, sentado y escuchando a R.A.D., que le estaba explicando meticulosamente el manejo de las subrutinas primarias del generador principal. Mientras el robot colgante ilustraba su lección en una amplia pantalla llena de gráficos y esquemas incomprensibles observó que su alumno no estaba tan atento como se suponía que debía estar. Sabia que Kass añoraba con entender más sobre el generador principal y ahora le estaba transmitiendo algo de ese importante conocimiento, sin embargo la mente del chico parecía estar en otra parte.
- ¿le ocurre algo Kaspar?, veo que está algo distante – dijo el robot mirándolo con su ojo luminiscente.
- estoy pensando en la vez que me contaste sobre las unidades defectuosas y como hacían cosas… extrañas.
- ahh si, son esas inteligencias que a veces resultan corruptas en algún proceso de transmisión inalámbrica o errores en el hardware. Se lo conté cuanto tenia doce años, ¿porque lo recuerda en este momento?
- es que no me acuerdo que hacían con ellos después.
- bueno, son unidades defectuosas, piensan y actúan de formas impredecibles y pueden incluso ser peligrosas, comprometiendo la instalación o incluso a usted. Por eso la administradora los aísla y los erradica al instante.
- ¿y no hay posibilidad que alguno este libre, andando por ahí?
- nunca se a dado el caso, los registros indican que todos los corruptos tanto físicos como virtuales fueron destruidos poco después de que se detectaron sus fallos. Aunque se sabe que muy de vez en cuando ocurren cosas fuera de lo normal.
- ¿a si? – Kass se mostró repentinamente interesado – ¿que tipo de cosas?
- el año pasado me tocó almacenar una carpeta de datos importada por las inteligencias de almacenaje, en esos datos aparecía un informe que contaba sobre la desaparición de una de las unidades de prueba bípeda de reserva, a los que usted llamas androides. Las sondas buscaron a la unidad perdida pero jamás la encontraron. Dos años antes de eso una escuadra de recolectores captó una serie de ruidos tras los muros de un vertedero de chatarra, se atribuyeron los ruidos a un mal funcionamiento de los carburadores pero no sonaban como tales. Buscando datos de audio… reproduciendo.
Del parlante que tenía R.A.D. escondido en sus carcasas de metal se escuchó una serie de chillidos agudos como agujas que acababan en graves seseos. Eran sonidos espeluznantes y anormales, incluso para una maquina. –
- suenan muy raro, ¿que clase que avería puede hacer ruidos así? - preguntó Kass al terminar la reproducción.
- lo desconozco, si quiere hablar del tema con mas profundidad pregúntele a la administradora. Ahora sigamos donde nos quedamos.
Kass suponía por el holograma y por el echo de que Gála era la administradora que ella debía saber con detalle sobre esos sucesos, pero él no estaba dispuesto a abordar el tema con ella, era mucho mas astuta y perceptiva que los demás, lo suficiente como para darse cuenta si intentaba sondearla con preguntas.
Al terminar su clase Kass puso rumbo a los niveles inferiores donde estaban los talleres, donde pasaba horas arreglando robots o desarmando diferentes artefactos para aprender sus mecanismos. En el camino siguió reflexionando sobre el holograma y que tan enserio debía tomar lo que decía. Era muy probable que se tratara de un corrupto, estaba fuera de los muros de la instalación, escondido. También sufría fallos de distorsión audiovisual y hablaba usando algunas palabras y términos que Kass desconocía. Si era realmente una unidad defectuosa debía contárselo a Gála inmediatamente, pero a pesar de que nunca se había encontrado con una unidad corrupta, Kass sabía que era más que eso. Si fuera algo salido del Bastión ¿entonces porque era un holograma? Jamás había visto uno, a no ser que realmente existiera un “segundo distrito” y esa inteligencia haya salido de ahí. Tampoco podía tomar a la ligera que una unidad de aspecto tan simple haya burlado los sensores del Bastión para reproducir sonidos y mover paredes, parecía improbable que un corrupto fuera capas de tal cosa sin ser detectado.
Al llegar la hora de descanso Kass se dirigió directo a la D13 aunque tuviera otros dormitorios mucho mas cerca. Estaba algo nervioso, esperando que Gála no lo estuviera vigilando por la sospechosa elección de un dormitorio que le quedaba lejos entre todos los demás.
Antes de decidirlo había pensado mucho en lo que quería hacer, primero estaba dudoso, luego se convenció de que no debía ir a la D13, y delatar al posible corrupto al día siguiente para que se encargaran de él. Luego se retractó y pensó que si hacia eso nunca sabría si lo que decía ese holograma era verdad o parte de su programación dañada. Sabía que la curiosidad en ocasiones resultaba peligrosa, mas de una vez cuando era mas pequeño había metido baterías en su boca y tocado enchufes entre otras cosas con malos resultados, pero era algo inevitable, la curiosidad era parte de su naturaleza y a demás se tenia la suficiente confianza como para creer que podía arreglar todo si algo llegase a salir mal.
Después de atravesar cuatro salas de almacenaje, usar tres ascensores, cruzar cinco talleres improvisados y como una docena de pasillos finalmente llegó a la sección donde estaba esperándolo el dormitorio D13
Se quitó el chándal y se vistió con el pijama que estaba sobre la mesita junto a la cama como siempre lo hacia, y se acostó bajo las sabanas, sin ninguna intención por conciliar el sueño. Pasó una hora, y sin querer Kass comenzó a dormirse de a poco. Ya tenia serias dudas sobre lo que estaba haciendo, y si de verdad era buena idea seguirle el juego al holograma parlante. Fue entonces cuando comenzó a escuchar al gorrión. Kass se puso de pie sobre la cama e intentó adivinar su procedencia, en esta ocasión venia de un punto especifico. Caminó hasta la otra pared y escuchó el canto saliendo desde algún punto al otro lado de la pared, justo después las losas que estaban en una esquina se hundieron, dejando al descubierto un pasadizo donde manaba la luz roja de emergencias y una escalera conectaba el agujero con un piso a unos metros mas abajo. Al bajar por la escalera no tuvo que recorrer mucha distancia para encontrarse con el holograma, este lo estaba esperando justo ahí, sobre un barril de residuos.
- te enseñaron a ser puntual, eso esta muy bien -
Kass no le contestó, había bajado de la escalera pero todavía la sostenía con una mano en caso de una rápida huida.
- hoy voy a tener un poco mas de tiempo para que interactuemos, aun así no tenemos demasiado tiempo – el holograma se calló de pronto y entrecerró los ojos, notando la mudez y el inexpresivo rostro del joven que todavía no soltaba su vía de escape.
- ¿ocurre algo chico?
- no se si deba confiar en ti – le dijo Kass abiertamente, y se aferró un poco mas al travesaño.
- ahh ya veo… ¿crees que soy algún autómata chiflado de esos que salen mal de fabrica no?
- lo sospecho.
- déjame decirte que mi funcionamiento es perrrrrperperperperperfectamente normal… ehem. A demás no hay registros de corruptos sueltos ¿cierto? – Kass negó con la cabeza como respuesta – son implacables con los defectuosos, y los felicito por eso, yo solo soy diferente, no tengo datos corruptos, mis ceros y unos están en buen estado… mmh no te veo muy convencido.
- quizás sea mejor que suba de nuevo – dijo Kass en tono rígido, esperando que el holograma hiciera algo mas para demostrar que decía la verdad.
- ¡bueno bueno no te vayas! Quieres mas información, ya lo se. Te daré más información, pero deja esa escalera – en ese momento el agujero por donde había entrado se cerró de un golpe, y la escalera se desengancho y hundió en una abertura del suelo hasta desaparecer. Kass le lanzó una mirada inquisitiva.
- mi nombre es Escape – dijo el holograma en tono serio.
- ¿Escape? –
- si, soy una inteligencia artificial de clase U.P-9 capacitado para evolucionar independientemente y con la interacción de otros seres. Ahora vas a llevarme contigo hasta la puerta que esta al fondo, ahí hay alguien mas que te quiero presentar.
La seriedad que mostró el holograma en ese momento hizo que Kass se pusiera alerta, parecía que toda su jovialidad y excentricismo se había esfumado. Decidió hacerle caso, y levantando el platillo del barril se lo llevó hasta una puerta chapada que estaba al final del penumbroso espacio lleno de cañerías y cables.
Al abrir la puerta una luz amarillenta sobre el marco de esta se encendió e inundo la habitación.