sábado, 26 de noviembre de 2011

Cyber-Alma. Capitulo 6 Pt 2. (Final)

 El final del relato, el último capítulo. Nuestro pequeño gorrión, encerrado en su hermosa jaula de acero y circuitos pretende salir a lo desconocido, guiado por algo aun más desconocido e impredecible. ¿Que irá a pasara? ¿Salir o no salir? ¿Una libertad arriesgada o un encierro protector? 
Lo verán ahora, al final del túnel.
Disfruten de la última entrega de Cyber-Alma

Por tu bien parte 2
FINAL 

- ¡Cuidado! – gritó Hontley sacudiendo los brazos mientras él y otros robots se apartaban de un tramo de pasillo en diferentes direcciones. Justo entonces un segmento completo de los carriles superiores se estrelló estrepitosamente contra el suelo haciendo volar pedazos de hierro y trozos de un transporte que había quedado hecho añicos bajo el peso de los carriles. Del corpulento cadáver del transporte emergieron varios pulgones que abrieron fuego a quemarropa contra los robots de en rededor al apenas verlos.
En ese instante cero-uno y cero-dos aparecieron a espaldas de Hontley, y heroicamente se lanzaron contra los insectoides evitando los disparos.
Con fuerza sobrehumana contraatacaron.
Cero-uno le arrojó un derechazo tan fuerte a uno de los pulgones que su puño atravesó la carcasa exterior y se hundió en el cuerpo mecánico, desactivando a la bestia inmediatamente. Al retirar el brazo saltó inmediatamente al próximo, y luego de voltearlo de una patada que le abolló la coraza atrapó sus anilladas patas y se las arrancó con violencia una por una, haciendo que le saltaran chispas y liquido refrigerante en tanto la criatura de metal se retorcía fieramente. Cero-dos atrapó al vuelo uno que se le iba encima, y sosteniéndole de la cabeza redondeada lo azotó contra los hierros retorcidos de los carriles una y otra vez hasta romperlo en pedazos. Otro pulgón se abalanzó y aferró a su brazo, cero-dos respondió extendiendo los dedos de la otra mano bien juntos, y lanzándole una ráfaga de puñaladas sobre el lomo a una velocidad increíble, así hasta desbaratarlo.
A una distancia segura Hontley los animaba como una porrista entusiasmada mientras veía como los androides luchaban salvajemente, hundiendo sus puños en el metal, empapándose con refrigerante y mutilando a sus contrincantes con sus propias y robóticas manos de todas las formas imaginables. Aunque era la primera vez que luchaban de esa manera y usando su verdadera fuerza de máquina, parecían tener muy claro el concepto de liquidar a un oponente, era como si hubieran sido creados con ese propósito, más que el de solo ser muñecos de entrenamiento.
Al acabar con los pulgones que estaban ahí, el blando y suave material que les cubría el cuerpo para proteger a Kass durante las prácticas se había rasgado y pelado desde los dedos de las manos hasta los antebrazos, dejando al descubierto unos rígidos y tétricos miembros robóticos, que eran como huesos negros hechos del más sólido de los metales. Cero-uno levantó una mano y movió los dedos como garras delante de su inexistente cara, como si no los reconociera, mientras cero-dos parecía sentir curiosidad y con uno de sus afilados dedos desprendía un poquito más del blancuzco tejido sintético que todavía se aferraba en algunas partes del antebrazo.
- ¡esos son mis chicos! – exclamó Hontley exultante dándole a cada uno una palmada en el hombro – síganme, tengo que buscar a Gála, mientras tanto ustedes cúbranme la retaguardia.
Los gemelos asintieron y siguieron a Hontley hasta una consola cercana que estaba enmarcada a la pared. El robot estiró con sus dedos una especie de enchufe que tenia a un costado, y estaba a punto de conectarse cuando escuchó la voz de la I.A resonando a su alrededor.
- ¡Hontley!
- ¡Gála!, ¿dónde te habías metido? Te necesitamos ahora más que nunca, los virtuales unieron esfuerzos para alcanzar a Kass que lleva consigo a esa cosa, pero entonces entraron estos autómatas desconocidos – Hontley le hablaba tan apresuradamente que apenas se le entendía - ¡salieron de las paredes! Son muchos y muy hostiles, están destrozándolo todo y rompieron los bloqueos que hicimos para detener a Kass, esas cosas parecen trabajar con el corrupto o lo que sea y se está llevando a Kass a alguna parte que todavía no sabemos dónde es - no paraba de hablar - Esto está mal, ¡muy mal! y no estamos preparados para una situación así, bueno, cero-uno y cero-dos parece que sí pero el resto de nosotros no podemos hacer nada, tienes que hacer algo porque si no nos desactivaran a todos. Esto no tiene precedentes, ¡no los tiene! No tengo idea de que hacer y estoy confundi…
- ¡Cállate! – le gritó Gala en un arrebato iracundo. Hontley enmudeció instantáneamente. – Perdona por eso… yo también estoy alterada. Él lanzó un pulso electromagnético en el espacio virtual y tardé en recobrarme. Hasta ahora estuve arreglando el desastre que ocasionó ahí, y por eso no pude estar aquí para ayudar.
- entiendo. ¿Pero qué vamos a hacer con los autómatas hostiles? – preguntó Hontley.
- necesitamos algo tan numeroso como ellos para hacerles frente… quizás los recolectores puedan – sugirió Gála.
- los recolectores son unidades de limpieza y reparación de daños menores, no van a poder hacer nada contra estos…estos…
- los llaman bioticófagos, los diseñaron en el complejo de laboratorios y los implementaron como sistema de seguridad exterior y exterminio de plagas el año pasado.
- ya sabía yo que esos arquitectos del complejo de laboratorios iban a traer problemas tarde o temprano.
- no fueron ellos. Este ente que apareció tampoco les pertenece, su configuración es ajena al Bastión. Ya descubrí lo que es, y como borrarlo, pero vamos a necesitar a los recolectores para contener al sistema de defensa corrupto.
- déjamelo a mí, yo puedo organizar a los recolectores – se ofreció Hontley como un valiente soldado que acepta una misión de alto riesgo.
- no te lo tomes a mal, pero me sentiría más segura si lo hiciera un virtual.
- esos virtuales no saben improvisar tan bien como yo, y esta situación requiere improvisación, créeme, no sé lo que haré pero se me ira ocurriendo – le aseguró el robot como si eso fuera a tranquilizarla. Gála suspiró con resignación.
- bien… transfiriendo programa de control RRPKBC-577Q.
La transmisión de datos duró unos segundos en que los ojos de Hontley brillaron como chispas encendidas. Al acabar, el robot movió sus antenas de adelante a atrás, como si quisiera sintonizarse con el nuevo programa.
- Oooh cuanto control – comentó, extasiado por los millones de datos y comandos que tenía a su completa disposición. Ahora era el maestro, la voluntad indiscutible de un ejército de recolectores - ¡ya tengo el poder! – exclamó de manera alocada.
- te lo encargo – dijo Gála, y después se esfumó de allí.

Hontley, con renovadas fuerzas y revitalizado por un montón de nuevas capacidades rodó a toda velocidad seguido por los androides, que fueron tras él para cuidarlo tanto de los intrusos como de el mismo. Llegó hasta una bodega cercana cuyo amplio interior estaba casi vacío, a excepción de unas pocas pilas de cubos de manutención y vigas de acero amontonadas en las orillas junto a las paredes. Subió por un elevador hasta el entrepiso que estaba entre el piso de la bodega y el techo. Estando ya sobre la plataforma suspendida (que era como un balcón muy grande) se acercó al borde de esta con los androides y comenzó a llamar a sus recolectores por medio de emisiones inalámbricas.
Al principio solo aparecieron unos pocos, pero al momento por las entradas empezaron a pasar de a cientos, como ríos hechos puramente de recolectores. En solo un momento la bodega se saturó de los robots de limpieza, eran tantos que no se podía ver el suelo, y había muchos más afuera de la bodega, que se quedaban ahí porque el lugar estaba ya hasta el tope.
Incontables de ojos cibernéticos dirigieron su mirada a Hontley sobre el entrepiso. En aquel lugar elevado y con un inflexible androide a cada lado parecía un dictador a punto de dar un discurso a sus fieras tropas.
- ¡maravilloso! – se regocijó mirando la inmensa masa que había convocado.
Extendió su brazo derecho solo para ver qué pasaba. Todos los recolectores siguieron con la mirada ese brazo hasta que él volvió a acercarlo e hizo lo mismo con el otro brazo, que también fue meticulosamente seguido por las miradas fijas y carentes de raciocinio de los recolectores. Acto seguido extendió los dos brazos al frente y comenzó a trazar círculos, a lo que los recolectores comenzaron a seguir el movimiento trazando círculos con sus ovoides ojos-cabeza. Hontley soltó una carcajada, pero luego se puso serio.
- bueno, basta de juegos – sentenció con rotundidad, y alzó la voz con el alto parlante para hacerse oír – unidades de limpieza del Refugio, hoy van a enfrentarse a un nuevo tipo de residuo. – Comenzó a proclamar con vibrante grandilocuencia - Un residuo que a diferencia de la otra basura que normalmente recolectan, puede defenderse. Es un residuo que está armado y no dudara en destruirlos si se les acercan. ¡Pero tenemos una ventaja! La ventaja de que ustedes son completamente prescindibles y fáciles de producir en masa. Ahora enseñen esas pinzas, ¡y úsenlas para hacerlos pedacitos!
Todos los recolectores alzaron sus tenazas recoge-basura y las hicieron castañetear como lo harían los cangrejos. El ruido que produjeron fue ensordecedor.
En el interior de sus circuitos Hontley reprogramó en tiempo record a todos los recolectores, haciendo que estos visualizaran a los intrusos como la única clase de residuo a recolectar, sumándole a esto una directiva de “alta prioridad”, para que los robots no solo lo vean como una tarea, sino como una imperiosa necesidad.
Una vez hecho los ajustes necesarios, Hontley los lanzó a todos a la vez y en todas direcciones.
Cada pasillo cercano a la bodega, por más ancho que fuere, se inundó se recolectores desesperados por encontrar a sus nuevos objetivos.
 Incapaz de quedarse quieto, Hontley fue con el grupo más grande. Sobresaliendo entre todas sus unidades mientras rodaban hacia sus destinos, él seguía vociferando palabras de aliento cargadas de entusiasmo y optimismo, aunque eso a los recolectores no les hacia ningún efecto ya que estaban muy lejos de tener algo parecido a moral.
Hontley y sus recolectores llegaron por un pasillo hasta un espacio de proporciones enormes en forma de cúpula con un monolítico pilar en el centro. Era la cámara del generador principal. Y sobre el generador, montones de cosas que parecían garrapatas se dedicaban a masticar su superficie y hacer destrozos con sus extremidades. Al ver a la multitud de robots más abajo los pulgones perdieron rápidamente el interés por su indefensa e inmóvil víctima, por lo que comenzaron a dejarse caer como bolas de plomo hasta el piso. El duro aterrizaje no los lastimaba en lo más mínimo, y algunos llegaban a quebrar varias losas tras impactar.
No hubo ningún momento de suspenso previo a lo que se venía, ninguna espera para intentar negociar o intimidar. Cuando los pulgones terminaron de caer ambos bandos recorrieron en estampida la distancia que los separaba hasta que los dos bastos tropeles se arrojaron unos contra los otros en una colisión que hizo saltar chispas y metal retorcido por todas partes, y el brutal ruido de ese encuentro debió de escucharse hasta en los confines más oscuros y secretos del Bastión.
Los pulgones no dudaron en usar sus armas más letales, y como un diluvio innumerables disparos como líneas rojas llovieron sobre las filas de los recolectores, haciendo saltar por los aires a muchas unidades que ni siquiera tuvieron la oportunidad de llegar hasta donde se libraba la batalla. Los robots de limpieza, poseídos por su obsesión de segmentar residuos, no temían ante los disparos ni las garras de sus oponentes, y como langostas devoradoras se lanzaban sobre los pulgones más próximos y los descuartizaban con sus tenazas, aunque hacían falta varios para acabar con uno solo de los violentos insectoides.
El enfrentamiento no había hecho más que comenzar, y así como en la cámara del generador, estaba sucediendo en muchos otros lugares dentro del Refugio.

Kass y Escape estaban en un ascensor cilíndrico que dejaba atrás uno tras otro varios niveles mientras ascendía. En un momento cuando el ascensor entró a una nueva sección encontraron frente a ellos toda una contienda entre recolectores y pulgones. Estaban dentro de una sala de procesadores, y la mayoría de las torres rectangulares que servían como almacenes de datos ardían en llamas o tenían enormes agujeros que vomitaban chispas, las cuales caían como llovizna sobre los autómatas en conflicto. Kass contempló el horrendo espectáculo hasta que el ascensor se introdujo por la abertura del techo que llevaba al siguiente piso.
- espero que RAD no esté ahí – dijo con preocupación. Recordando que el robot merodeaba la mayor parte del tiempo en salas como aquella.
De pronto el ascensor dio una brusca sacudida y no subió ni un centímetro más.
- algún estúpido pulgón debió de meterse con el motor del ascensor – supuso Escape.
- no hay problema, esto tiene una trampilla de emergencia – dijo Kass, que dio un salto y de un manotazo pulso un amplio botón en el techo. Inmediatamente después la trampilla se abrió hacia adentro y una pequeña escalera descendió hasta quedar a su alcance. El joven trepó por la escalera de emergencias, y una vez estando en el techo del ascensor levantó la vista hacia el cilíndrico túnel vertical sobre su cabeza, donde se hallaba una nueva escalerilla de emergencias encajada a un lado. Comenzó a trepar por la escalerilla sin ningún esfuerzo hasta el siguiente nivel. El túnel estaba débilmente iluminado por unas tenues luces verdes en las paredes, lo que le permitía ver cuánto camino le quedaba. Continuó escalando hasta que atisbó la abertura circular que daba paso a la siguiente sección. No vio luz alguna, por alguna razón en esa sala las luces estaban apagadas.
Entonces cuando estaba a solo unos metros de alcanzar el umbral una plancha de metal salió disparada por un lado de la abertura y le cerró completamente el paso.
- te tengo – anunció Gála con frialdad. Kass dejó de respirar por un par segundos, desconcertado. No sabía si se estaba refiriendo a él, o a Escape.
- ¡Gála! – soltó Kass en una exclamación, aun colgado de la escalera.
- Kass tranquilo, no estoy enojada contigo. Te está manipulando, lo hizo desde el primer momento. Encontré las grabaciones audiovisuales del la zona industrial.
- BBBZZZZ no lo estaba manipulando – intervino repentinamente Escape. Su holograma se proyecto del brazalete y el fulgor rojo reemplazó las luces verdes del túnel, bañando ese tramo de un tenebroso rojo oscuro. – Lo estaba guiando – replico con voz apacible - Para ayudarlo, para salvarlo.
- ¡tu ni hables! – Le espetó ella en un arranque de ira que hizo encoger a los otros dos - ¿Qué quieres salvarlo? Como te atreves a decir tal cosa. ¡Vi como lo ponías en peligro una y otra vez en ese lugar oscuro y peligroso solo por tu capricho!
- lo hice porque tenía plena confianza en que él podía sobrevivir. Y míralo aquí vivito y respirando, listo para salir de tu agujero claustrofóbico e ir a donde pertenece.
Kass miraba a Escape con pasmosa incredulidad. Él, que le había recalcado lo peligroso que podía ser turbar las emociones de Gála, ahora estaba discutiendo en tono desafiante e insolente con ella, como si quisiera provocarla o retarla a que hiciera algo al respecto. A Kass no le gustaba nada hacia donde estaba yendo la cosa.
- ¿Qué?, tú no te lo vas a llevar a ningún lado. Ahí arriba todo es estéril, solo vas a conseguir matarlo.
- ya nadie te cree ese cuento – Escape subió también el tono de voz, y Kass sentía el brazalete vibrar en su muñeca – ¡eres una mentirosa obsesiva!
- Kass escúchame – dijo de pronto Gála más tranquila, pero todavía muy seria – tienes que tirar ese brazalete, aléjate de él. Pude descifrar su configuración, no se trata de un corrupto. ¡Es un virus!
Kass y Escape se miraron.
En el Bastión jamás había aparecido un virus informático, pero en la base de datos del Refugio Kass había encontrado archivos y registros que hablaban sobre estos programas informáticos creados para robar datos y hacer estragos en las computadoras que usaban en la superficie. Sabía muy bien lo terribles que podían ser.
- eso… ¿es verdad? – le preguntó Kass. Escape tardó un poco en contestarle.
- eehh… bueno, técnicamente. Yo…, si. Soy un virus.
- con razón podías manipular las estructuras y moverte por el espacio virtual sin que te detecten.
- pero bueno, no soy un virus cualquiera. Soy un virus benigno, al menos para ti. Además eso confirma lo que te dije sobre lo que pasa arriba. Mi configuración no pertenece al Bastión. Vengo de la superficie. No sé como llegue aquí, lo que sea o quienes sean que me pusieron en este lugar no querían que recordara. Pero mi misión está muy patente, tengo que sacarte de aquí, o mirándolo desde la perspectiva de un virus informático: eres un dato con patas que me tengo que robar de este sistema gigante, aun si tengo que destruirlo todo.
- te lo dije, es un virus Kass, es muy peligroso.
- un momento Gála… ahora dime tú: ¿Qué pasa ahí arriba? ¿Todo eso de que el mundo está muerto es verdad?, no quiero que me mientas. Me vas a decir la verdad.
- es verdad. Todo… es verdad – respondió ella, pero sus palabras no sonaron con convicción, sonaba insegura – Kass… yo, nosotros solo queremos que estés a salvo, es todo por tu bien. Ahí arriba todo es muy diferente, y si te vas nada será igual –  decía con un creciente tono de aflicción.
- entonces era mentira. Nunca existió una pandemia – una parte de Kass realmente quería creer la mentira y evitar esa situación, pero ya no había manera.
- sí. Es mentira – confesó Gála con tristeza. Se escucharon unos débiles sollozos – por favor, no me dejes. Quédate aquí… si te vas no sé lo que va a pasar. Por favor.
Al escucharla suplicar los sentidos y la determinación de Kass se enturbiaron, ya no tenía ese impulso, esa seguridad. Cayó en cuenta de que si salía, le aria mucho daño a quien más le importaba. Su cabeza le dio mil vueltas, como si un torbellino arremolinara sus pensamientos. Todo estaba pasando muy rápido, y él no podía asimilar tanta información, tantos cambios. Comenzó a tambalearse sobre la escalera, se estaba soltando sin darse cuenta. Iba a caerse.
Entonces la voz de Escape sonó a su lado, e hizo que volviera a afianzarse sobre el travesaño.
- recuerda chico – le musitó en voz baja – si no sales de aquí, ella y todo este lugar estarán acabados – mientras hablaba, por la boca de un conducto de aire aparecía un pulgón, que sigilosamente fue sobre la pared vertical hasta la plancha que bloqueaba la entrada – por tu bien, es mejor que salgas de aquí, y por el bien de ellos, más vale que lo hagas pronto.
¡Tenía razón! La conmoción momentánea que le produjo ese encuentro había olvidado que tenía que salir para salvar la instalación y a sus amigos. No podía perder más tiempo, el eco de las explosiones eran cada vez más fuertes y más numerosos.
- ahora baja la escalera – le susurró el virus. Kass obedeció, ya avistando al pulgón anclado sobre la pancha de metal
- ¿Kass? Estas volviendo al ascensor porque decidiste quedarte ¿verdad? – preguntó Gála sin percatarse todavía de lo que tramaba Escape.
- no le digas nada, tu continua bajando hasta que escuches un ruidito – le ordenó Escape en voz baja.
- ¿Kass me estas escuchando? – Insistió ella – ¿porque no me…?
En ese instante el pulgón comenzó a martillar la plancha usando su pesado cuerpo. Una y otra vez sin desprenderse alejó y lanzó su huevoide corpulencia contra el metal, que comenzó a abollarse en tanto el ruido atronador del golpeteo rebotaba por el cilíndrico espacio. Con el ruido, Kass ya no podía escuchar a Gála por más que esta subiera el volumen de su voz. En determinado momento el pulgón dio una embestida con aun más fuerza, y se hizo pedazos en una estruendosa explosión que sacudió el túnel completo.
Llovieron pedacitos de metal y una cortina de humo bajó hasta él, y lo primero que logró escuchar cuando el pitido en sus odios se atenuó fue a Escape que le gritaba que subiera a toda prisa.
Escape había sacrificado a uno de los robots insectoides usándolo como carga de demolición, y en lugar del obstáculo ahora solo quedaban algunos hierros doblados como si fueran de goma.
Kass terminó de subir y se puso en pie estando ya en la nueva sección. Las luces estaban todavía apagadas, pero el fulgor del holograma actuaba como una excelente linterna. Se encontraban en un espacio octogonal abarrotado por filas de mesas-teclado y enormes pantallas planas que colgaban del techo, y aunque no había nada mas, bajo sus pies se podía escuchar el amortiguado sonido del caos reinante en lo que Escape llamaba el distrito uno.
- ¿Kass porque haces esto? – escuchó de nuevo la voz de Gála. Kass se puso en movimiento entre los enormes teclados incrustados al piso.
- es la única manera de detener a los pulgones – le respondió el sin detenerse.
- ¿los que? ¿Te refieres a los bioticófagos?
- ¡Aaah, con que así se llaman! – Interrumpió Escape – me gusta más el nombre que les puse yo, es massss no sé, me gusta – comentó, pero nadie le hizo caso.
- sí, tengo que llevar el brazalete hasta el escáner de la salida, entonces se desactivaran.
- no te preocupes por ellos, nosotros ya lo estamos solucionando.
- no es cierto – volvió a interrumpir el virus en tono infantil.
- ¡eres una plaga! – le espetó Gála
- y tu eres una corrupta impulsiva e impredecible – contraatacó Escape, no parecía estar enojado, todo lo contrario, le divertía la guerra de insultos y parecía deleitarse provocando a Gála – ¿quien dice que afuera de este lugar, en otras partes del Bastión no había más gente? vi muebles, oficinas y cosas que de humanos. ¡Quizás ya no hay humanos porque los mataste a todos!
- ¡eso es mentira! – Se defendió Gála– ¡mentira mentira mentira!
- no estoy BRRRSSHHH mintiendo, solo hago una suposición incriminatoria.
- ¿pueden parar? – Les pidió Kass – de veras tengo un dolor de cabeza muy fuerte y me lo están empeorando. – justo en ese momento Kass entró en otro espacio que se parecía mucho a una sala de hospital, donde habían muchas mesas exploratorias en fila junto a una pared y extrañas maquinas sin forma definida que pendían justo encima por medio de robustos cables de acero, y no muy lejos varios lavamanos  y montículos de prendas de hule como guantes, cofias y delantales manchados.
Al contemplar ese sitio en todo su sórdido esplendor, la trama por la que los tres pasaban se detuvo de golpe.
- ¿qué lugar es este? ¿Estamos de nuevo en la zona industrial? – preguntó Kass
- es la parte superior del complejo del residente, una zona clausurada – respondió Gála.
Escape miró en derredor y se dio cuenta de donde estaban. Las camillas de metal, algunas con cinturones de cuero colgando a los lados. Mesitas llenas de bisturís, fórceps, así como otras herramientas quirúrgicas extrañas,  y morbosas maquinas repletas de brazos mecánicos con tenazas y demás accesorios punzantes; era una especie de sala de operaciones, aunque parecía más una bizarra carnicería abandonada.
- ¿qué clase de maniacos trabajaban aquí? - preguntó Escape sin dirigirse a nadie en concreto – esto tiene pinta de ser una sala de disecciones.
- que nadie me pregunte, esto ya estaba así cuando llegué – dijo Gála.
- ¿no sabes nada de ellos?… ya sabes, los creadores – le preguntó Kass.
- igual que todos: prácticamente nada.
- bueno – continuó Escape – mientras tú te ocupar de averiguarlo nosotros nos vamos para afuera.
- ¡eso si que no! – exclamó Gála.
Y la efímera pausa llegó a su fin.
Fila tras fila de fluorescentes se fueron encendiendo e inundaron aquella sala con etéreo resplandor blanco. Los monitores de las computadoras en la pared opuesta a las mesas de disección comenzaron a mostrar torrentes de textos ascendentes y las siniestras maquinas de disección comenzaron a temblar espasmódicamente en tanto los brazos mecánicos de estos empezaron a cobrar vida.
Una voz masculina y acentuadamente robótica habló en ese momento.
- ALERTA: USUARIO NO AUTORIZADO A INGRESADO ILEGALMENTE  EN EL CENTRO DE COMANDO DE LAS INSTALACIONES BIOLOGICAS DE *introducir nombre* SEGURIDAD COMPROMETIDA, BASE DE DATOS DAÑADA. SE DECRETA ESTADO DE EMERGENCIA. TODO EL PERSONAL EVACUE LAS INSTALACIONES DE MANERA INMEDIATA.
- Gála ¿qué vas a hacer? – le preguntó Kass con nerviosismo. No recibió respuesta.
- parece que esta parte secreta del Bastión tenía sus propias directivas – dedujo Escape –y parece que ella acaba de irrumpir en el sistema y está tomando el control. Eso no es bueno… El camino sigue al otro lado de la sala chico, ¡a moverse!
Entonces ocurrió lo que Escape había predicho: Gála se precipitó. Las maquinas de disección se lanzaron hacia ellos con los brazos mecánicos extendidos al frente, atropellando las luces fluorescentes y haciéndolas reventar en chispas y vidrio pulverizado. No tenían carriles por los cuales transitar, en lugar de eso los aparatos estaban conectados a platillos que se mantenían junto al techo.
- ¡esquívalos esquívalos! – chilló Escape.
En vez de prepararse para una evasiva Kass corrió en dirección a las maquinas. Los aparatos se amontonaron en el sitio para cortarle el paso, y en el último instante el joven se echó de rodillas e inclinó su cuerpo hacia atrás hasta casi tocar el piso con la espalda. Por impulso se deslizó velozmente por debajo de los aparatos y sus garras estuvieron a escasos centímetros de alcanzarlo, hasta llegó a sentir como una de las pinzas le arrancó un pequeño mechón de pelo.
Enderezó el torso y aprovechó lo que quedaba de impulso para dar una vuelta carnero y ponerse de pie al instante para salir corriendo, las maquinas ya estaban por detrás, persiguiéndolo.
- Aaahh – berreó Escape – ¡si tuviviviviera corazón ya se habría detenido! Esos aparatos están magnetizados al techo, o algo así.
- ya estamos saliendo – anunció Kass.
A unos diez metros de la salida todos los fluorescentes que tenía por delante reventaron al mismo tiempo. Kass se cubrió de las explosiones, que en realidad solo eran una distracción para que se detuviera un instante, el instante que necesitaban las maquinas de disección para alcanzarlo.
La primera máquina llegó hasta él, Kass vio de reojo como la tenaza se echaba sobre su brazo izquierdo. Pudo retirarlo justo a tiempo y la tenaza se cerró en un chasquido metálico sin atrapar nada. Volvió a intentarlo, y Kass de nuevo la evitó. Llegaron tres maquinas mas y el resto estaban muy cerca. Kass se movía con agilidad sobrehumana tratando de que no llegaran al brazalete, solo podía evadirlos, ya que los brazos eran demasiado robustos y poderosos como para desviar sus embestidas.
Escuchó tras de sí un silbido neumático, y al darse la vuela por un segundo vio como las dos mitades de la amplia compuerta se comenzaban a cerrar. Sin perder tiempo se tiró al piso para evitar las garras por un instante, cruzó los brazos delante de su pecho y rodó su cuerpo como un tronco hasta llegar donde estaba una de las mesitas con herramientas. Se detuvo justo boca abajo, tomó la mesita por las patas, que acababan en pequeñas ruedas, y con un fuerte empujón la mandó en dirección a la compuerta.
Ya sea por su gran capacidad para calcular el tiempo junto a la precisión de sus movimientos, o simplemente suerte, la mesita se interpuso en el lugar exacto en que las planchas de la compuerta se unirían, dejando menos de medio metro de espacio abierto.
Kass se levantó de un salto y recorrió la distancia que le quedaba con las maquinas pisándole los talones. Uno de los aparatos ya estaba ahí, removiendo la mesita. Sin dudarlo Kass flexionó las piernas y saltó como un resorte hasta caer encima de la corpulenta maquina. Se sujetó de los gruesos cables que la conectaban al platillo magnético, y antes de que las pinzas se le acercaran terminó de pasarle por encima y salir por el estrechísimo espacio.

Kass se encontró a sí mismo en un amplio y oscuro pasillo con un montón de compuertas a los lados. De nuevo, la inflexible voz robótica se presentó:
USUARIO UN AUTORISADO A CERRADO TODAS LAS ENTRADAS Y SALIDAS DE LAS INSTALACIONES BIOLOGICAS *introducir nombre* ALERTA: SISTEMA DE SEGURIDAD ANTIDISTURBIOS ACTIVADO. TORRETAS DE FRAGUA-ESPUMA OPERATIVAS.
Al otro extremo del extenso pasillo una parte del techo se abrió dejando salir a lo que parecía un cilíndrico cañón color negro brillante. Con una mira infrarroja en la parte inferior, y una recamara de gas comprimido en la parte trasera. Un grueso tubo de goma transparente estaba conectado en la parte de arriba, y por el tubo comenzaron a caer unas cuantas esferas de aspecto gomoso del tamaño de pelotas de tenis.
Kass escuchó un distante ¡pum! Seguido de un silbido que duro un par de segundos antes de que la pelota pasara casi rozándole la oreja.
Lo siguiente que sucedió lo tomó todavía más desprevenido:
Una amazacotada pared blanca de espuma apareció incrementando su tamaño a una velocidad pavorosa, al momento que despedía un sonido similar al que hace un extintor de incendios. Hubiera cubierto por completo a Kass de no ser porque se alejó en el momento. Cuando la espuma y el sonido que hacia cesaron, la compuerta por donde había pasado así como parte importante de la pared circundante se hallaban sumergidos bajo la fragua-espuma, ahora endurecida y fuertemente solidificada.
- ¡la madre que me p…! - Farfulló Escape con los ojos mas desorbitados de lo normal a causa de la impresión, Kass no estaba menos sorprendido.
- no puedo verlo con esta oscuridad, pero quizás escuchándolo pueda esquivas esas cosas – dijo Kass
- como me alegra no ser tú.
- al que mataran será a ti, no a mí.
- ah sí, tienes razón – refunfuño el holograma
- ssshh, intento escuchar.
Sonó otro disparo distante. Y en ese momento Kass se agachó y se arrojó al suelo hacia la izquierda. La bola de fragua-espuma reventó y cubrió el tramo de pasillo del que acababa de alejarse, pero antes de que terminara de expandirse se escuchó otro disparo.
Kass comenzó a correr zigzagueando de un lado al otro del pasillo mientras la torreta le disparaba sin misericordia. Podía escuchar el ruido constante de la espuma a sus espaldas, estrechando el espacio entre él y la torreta. Pronto estaría demasiado cerca como para evitar un disparo directo.
- ¡lánzale una esfera luminiscente! – le ordenó Escape. Inmediatamente Kass se palpó el bolsillo donde estaban las esferas. Se preguntó por un instante como es que sabía que las tenía.
Alcanzó a agarrar una de las esferas, y cuando estaba sacando la mano del bolsillo su pierna izquierda se quedó pegada al piso. La caída fue rápida y contundente, y apenas tuvo tiempo para interponer el brazo entre su cabeza y el suelo para evitar un duro golpe. No necesitaba darse la vuelta para entender que la espuma le había engullido un pie, y que a continuación la torreta daría el tiro de gracia. Antes de que eso ocurra, Kass se puso de rodillas, y acompañando de un grito aguerrido lanzó la pequeña esfera con todas sus fuerzas.
La luminiscencia de la esfera atravesó la oscuridad del pasillo como una estrella fugaz, y dio en alguna parte del techo. El sonido de aire succionado se escuchó al mismo tiempo que sonaba el disparo definitivo de la torreta, todo sucedía muy rápido, y terminó con un rugiente estallido turquesa.

- eso fue intenso – comentó Kass tendido boca abajo, todavía con el pie atrapado. Unos metros más allá el pasillo estaba iluminado por las ondulantes llamas de tonos celestes, que lentamente se tornaban color naranja. Kass pudo ver el agujero lleno de cables cortados y tuberías rotas que había dejado, y la torreta al menos un metro más atrás. Había fallado el tiro, pero la explosión había bastado para parar la maquina.
Estiró su pie con fuerza, y después de varios intentos logró retirarlo junto a un montón de trozos de espuma endurecidos.
Al ponerse de pie se acercó al agujero, y vio que estaba atravesado por un respiradero ahuecado por la detonación. Tras tomar impulso pegó un salto hacia el nuevo camino.

- porque no me habla. Quizás esté enojada – reflexionaba Kass en voz alta, mientras gateaba por el conducto.
- yo creo que se dio cuenta que hablar no va a ayudarle en nada. Ya hasta me da algo de pena la pobre… ¡naaah!
- a pesar de poder usar todas estas medidas de seguridad, debe sentirse impotente. Digo, a veces me insinuaba eso. Puede hacer muchas cosas, pero está limitada en cuanto a desplazamiento en el mundo físico. A veces me decía que le gustaría acompañarme de verdad, y creo que eso se traduce en poder moverse libremente en el espacio real y no saltar de computadora en computadora.
- puede que ella nunca haya querido ser un ser virtual, sino físico. Ya sabes, como decía, para acompañarte, estar contigo y eso. Eh mira mira ahí abajo – le señaló Escape a la rejilla por la que estaba pasando Kass – es perfecto, baja – le pidió.
Kass levantó la rejilla, bajó primero las piernas y luego se dejó caer a una sala que no pasaba los tres metros cuadrados. La mitad de la sala estaba abarrotada de botones y lucecitas, medidores y perillas.
- bieeeeeeen – se deleitó Escape, mirando los paneles – vamos a hacer que se sienta un poco más miserable por su condición virtual. Este lugar es el nexo de los mandos de seguridad. Asegúrate de que no funcione, y acabaremos con esta persecución.
Kass se sintió un poco mal por Gála, pero se agachó y abrió uno de los paneles inferiores. Comenzó a toquetear los cables, desconectándolos. Finalmente retiró una plancha que cubría a los microprocesadores, y con el talón de la zapatilla le propinó una patada.
Las luces pestañearon por unos segundos.
- listo – Kass se puso en pie otra vez y saltó para sujetarse al borde del espacio donde estaba la rejilla del techo.
- ¿eso es todo? ¿Ni un chisporroteo, explosión o algo espectacular después de apagarlo? ¡Qué fraude! – berreó Escape
- ¿y qué esperabas?
- algún día sabrás lo que son las películas, y veras de que hablo.

Varios niveles más abajo Hontley se encontraba en alguna parte de la instalación, sobre una montaña de chatarra que hacía solo unos momentos eran robots o partes de la propia instalación. Frente a él, por lo menos unos cincuenta recolectores se enfrentaban contra una cantidad visiblemente superior de pulgones. Aunque parecía que no estaba haciendo nada, Hontley operaba directamente sobre los recolectores dentro de su radio visual, ordenándoles a donde ir y que hacer, así como en un juego de estrategia.
De pronto un agudo grito lo desconcentró, era Gála. Parecía como si acabase de caer de una gran altura.
- supongo que la cosa no fue bien – se aventuró a suponer Hontley sin desconcentrarse de lo que estaba haciendo.
- apagó el sistema de ese sector. Tengo que encontrar otro canal para llegar hasta el ascensor de la salida. ¿Está todo bajo control por aquí?
Justo entonces, a unos metros de Hontley, un termotanque de unos cinco metros de envergadura atravesó el techo cubierto en llamas y se estrelló contra el suelo, traspasándolo como si fuera de cartón y dejando otro agujero inmenso mientras seguía cayendo y destrozando todo en su descenso. No pasó ni dos segundos cuando más al fondo una cañería de proporciones considerables atravesó otro tramo del castigado techo y comenzó a verter litros y litros de agua en el recinto y los robots en batalla.
- bueno, la estructura se está viniendo abajo en algunos lugares – comenzó a informarle Hontley como si no fuera la gran cosa – no es nada que no se pueda arreglar, claro. Y en cuanto al sistema de seguridad corrupto, lo tengo más o menos bajo control. En algunos lugares si, en otros no. creo que no lo estoy haciendo mal – al terminar de decir eso uno de los recolectores que estaban cerca voló en pedazos por un disparo de láser, y su ojo mecánico salió despedido pasando muy cerca de Hontley, que hizo de cuenta que no lo vio – todavía es muy pronto para pronosticar la victoria o derrota, pero nuestras probabilidades son buenas.
Un pulgón que caminaba por el techo se dejó caer justo delante de Hontley, y en un parpadeo abrió fuego contra él, arrancándole de un tiro la mayor parte del brazo derecho.
- ¡ese era mi brazo favorito! – exclamó Hontley indignado, y con el brazo que le quedaba le dio un manotazo tan fuerte al pulgón que lo mando rodando cuesta abajo.
- me encantaría quedarme a ayudarte, Hontley de veras que si…
- está bien, no te preocupes, Kass es más importante  - dijo sin prestarle atención a su mutilada extremidad – vuelve ahí arriba y habla con él, estoy seguro de que lo harás volver.
Gála se marchó, y Hontley bajó de la montaña de chatarra a la vez que se cruzaba con unos cuantos recolectores que comenzaron a subirla para ir al encuentro de sus adversarios.

Kass bajó del conducto y apareció en un amplio espacio circular, iluminado por una combinación de tenues luces blancas en la base de las paredes y luces rojas en algunos puntos específicos. En medio del espacio se alzaba un imponente cilindro plateado que ascendía hasta perderse de vista, y eso era así porque el techo estaba tan alto y poco iluminado que parecía no estar. Bajaba una refrescante corriente de aire, y un olor singular llenaba el ambiente. Era olor a tierra húmeda.
- llegamos chico… la ascensor de la superficie. – Anunció Escape – de verdad lo conseguimos – parecía conmovido. Kass lo miró por un momento pero no dijo nada al respecto.
En la base del cilindro se extendía una ancha compuerta enrejada, que permitía ver el interior del ascensor. Tenía alrededor de diez metros de circunferencia, lo que denotaba que estaba hecho para transportar cosas grandes, o a una cantidad importante de gente.
- camina hasta el panel numérico junto a la entrada y pulsa con el pulgar sobre la superficie de vidrio.
Kass lo hizo, y junto al panel se descorrió una plancha de metal que reveló una cavidad angosta y rectangular de unos centímetros de largo.
- quítate el brazalete y mete el lente en esa entrada.
Kass introdujo la lente hasta que soltó un chasquido dentro de la cavidad y quedó asegurado. La mitad adentro, y la mitad afuera.
- déjame trabajar un minuto, voy a ponerle corriente a esta cosa.
Pasaron nada más que unos segundos cuando del altísimo cilindro comenzaron a bajas anillos de luz que aparecían de los fluorescentes cuidadosamente enmarcados, así hasta llegar abajo. Un ligero zumbido resonó en todo el lugar, y al fondo ya se podía escuchar el ruido de discretos motores funcionando.
- listo, ahora nada mas queda abrir la puer…
La plancha que descubría la entrada donde estaba encajado la lente de Escape se cerró tan rápido como una guillotina cayendo con todo su peso, y así como la siniestra maquina de ejecución, la delgada pero sólida plancha cortó el platillo limpiamente por la mitad, dejando que esta cayera al suelo y la otra mitad quedara adentro. No volvió e escucharse la voz de Escape.
- ¡Escape! – Farfulló Kass estupefacto – Gála…
- está bien Kass, ya se terminó – habló ella a través de una altavoz en la pared. Su voz sonaba en un profundo eco que reverberaba en la altísima caverna artificial - no sé mucho de la superficie, pero en mi base de datos había lo suficiente como para entender que es un lugar malo y peligroso. ¿Crees que alguien te recibirá ahí arriba? ¿Que se interesaran como nosotros nos interesamos por ti? No sé qué te contó el virus, pero la civilización de ahí arriba está más corrupta y viciada que cualquier inteligencia dañada de esta instalación. Y tú, por otro lado, eres una persona pura, sin egoísmo, superficialidad, codicia ni ningún mal sentimiento. Quizás ese era el propósito de los creadores, hacer que existiera un ser humano limpio de todo eso, o al menos me gusta pensar que eso querían.
- no se te ocurrió que después de verlo puedo volver aquí, este es mi lugar, no los cambiaría por nada de arriba.
- no, no volverías, te tentaran demasiado, y terminaras corrompiendo, enloqueciendo. Los orgánicos como tú tienden por naturaleza a seguir e imitar a sus iguales, es una medida de adaptación, de supervivencia. Cuando te quieras dar cuenta ya será tarde, y serás como ellos. Pero aquí no tienes que adaptarte a nada ni preocuparte por sobrevivir. Todo está servido para ti, este es tu lugar, conmigo.
Kass no supo cómo responder, quería decirle que no se dejaría influenciar por sea lo que sea que le esperaba afuera, pero realmente no sabía nada de lo que le aguardaba. Escape estaba muerto y su hogar lo necesitaba. Gála volvió a hablar.
- no te preocupes por los bioticófagos, Hontley ya los está controlando, cuando regrese para ayudarlo los podremos echar de una vez y podremos arreglar todo, justo como era todo antes.
- no-tan-rápido – escucharon los dos por otro altavoz. Era la voz de Escape. ¡Estaba vivo! – menos mal que se me ocurrió copiar un fragmento de mi programa en el sistema de esta cámara mientras encendía las luces, es lo bueno de ser tan concienzudo y previsor ¡es una ventaja ser yo!
- ¡no! – Chilló Gála – ¡no deberías seguir existiendo!
- sin embargo, sigo. Ahora escúchame Kass, sin el brazalete los pulgones no pararan, pero es verdad que ahí abajo se las están arreglando bien contra ellos, error de cálculo mío, supongo. A lo que voy es que no hay ninguna amenaza ni nada que te obligue a salir. Es solamente tu decisión, aquí no hay ningún malo, ni yo ni tus amigos. Digamos que hay distintas perspectivas de algo bueno, y depende de ti elegir lo bueno para ti y solo para ti. No niego que el mundo de los humanos este algo retorcido, de hecho, lo está hasta la medula, pero esa la naturaleza humana. Puedes ir y conocerlo, y volver si es que puedes.
- o puedes quedarte y evitarlos – agregó Gála – seguir con nosotros y ayudarnos a que todo vuelva a la normalidad. Si quieres podemos hacer algunos cambios para que todo sea mejor, te mostrare los laboratorios, la zona industrial y todo lo que quieras.
- la decisión es tuya Kass – Escape abrió la compuerta del ascensor, invitándolo a pasar. Y al otro lado de la cámara otra compuerta se hizo a un lado, era el camino de vuelta al Bastión.
Después de que controlaran su destino tantas veces, ya le era extraño tener tanta libertad de decisión, y no se encontraba ante cualquier decisión, esta era posiblemente la más importante que tomaría en toda su vida. Kass reflexionó profundamente su elección.
Era evidente que lo necesitaban en el Bastión, el era la razón por la que habían levantado el complejo del residente y si se marchaba nada ahí volvería a tener razón de ser. A demás era el momento menos conveniente para irse, con todo y todos los que conocía corriendo peligro lo menos que podía hacer era quedarse y ayudar.
Sin embargo, si se quedaba también sería un hecho de que no lo dejarían salir nunca. Viviría por el resto de su vida fantaseando sobre el mundo que apenas pudo ver cuando solo era un bebé, y si hay algo que lo motiva a ir más allá, eso era la curiosidad innata que tenia.
Resopló, trató de pensar con calma, aclarar sus ideas. Si tenía que tomar una decisión, tenía que pensar en lo que él quería. No quería dejar el Bastión tal y como estaba en ese momento, estaría abandonándolo todo, casi como dejando a un lado a quienes tanto lo habían acompañado toda su vida, dejando su único hogar para embarcarse en una expedición personal.
Pero si llegaba a salir, siempre seria libre de volver, tenía confianza en el mismo como para estar seguro de que las tentaciones de la superficie, como decía Gála, no lo apartarían de su hogar.
Pasaron los segundos, ni Escape ni Gála profirieron un sonido mientras que por la cabeza de Kass pasaban mil cosas.
Finalmente pareció decidirse, tomó una decisión, pero no podía quedarse y plantearla, tenía que actuar.

Levantó la mirada del suelo, y la dirigió a la compuerta que llevaba al Bastión. Clavó la mirada en el umbral, como si estuviera mirando directamente a Gála, que estaba expectante a su respuesta.
- te prometo… - comenzó a decir Kass, sin dejar de mirarla en su imaginación – que voy a volver.
Antes de que Gála pudiera responder Kass dio media vuelta  y se lanzó al interior de ascensor. Sabía que ella nunca lo aceptaría, por más argumento que le diera, no conseguiría convencerla. Era algo que tenía que hacer, y solo podía irse lo más pronto posible, sin mirar atrás, sin dejarse vencer por el remordimiento.
La compuerta se cerró en un estruendo y el elevador salió disparado hacia arriba con Kass abordo.
El joven escuchaba los gritos de Gála que lo llamaba, desesperada. El ascensor se estremeció con violencia, parecía que intentaba detenerlo, pero por alguna razón seguía ascendiendo.
- no va a detenerte mientras yo esté aquí. Tranquilo, llegaras – escuchó que le dijo Escape por el parlante del ascensor.
- ¿cómo vas a salir? – le preguntó Kass
- no podré, estoy atrapado en este lugar – las luces comenzaron a fallar, y la sacudida se volvía tan estridente que todo estaba por venirse abajo.
- si te quedas te eliminaran tarde o temprano – exclamó Kass
- Está bien – le contestó Escape con voz reconfortante – cumplí mi propósito, tú vas a salir, y eso es lo único que importa. Yo me quedo aquí. Disfruta del nuevo mundo Kass.
La voz de Escape se disolvió en la estática, y el ascensor dejó de temblar, así como las luces volvieron a la normalidad.
Kas levantó la mirada, el elevador no tenia techo y podía ver como pasaban los anillos de luz de los fluorescentes uno tras otro, como si estuviese dentro de un túnel a otra dimensión.
Más arriba, ya cerca del final, una luz distinta a todas las demás, cálida y confortante, lo envolvió. Era una calidez inusual y agradable, llena de vida. Era la puerta a un nuevo mundo, la puerta a su libertad.



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6 comentarios:

  1. Juas, me lo meto todo en word, con los otros caps pendientes por leer. Ya sé que lo he dicho mil veces, que iba a leerlos en cuanto pudiera, de la misma forma que hace un mes comencé a leer La Antigua Vamurta de Igor y aún no le he dado mis impresiones... No tengo perdón de Dios. Pero soy así, no lo puedo evitar. Entre estudios y las mil cosas que tengo en la cabeza no doy abasto. Al final he decidido que estas navidades, en las vacaciones, haré limpieza de blogs y foros y seleccionaré unos cuantos para dedicarme entera y únicamente a ellos.

    Rolimer, creo que ya te comenté una vez: este tipo de extensiones tan brutales no las leerá nadie a través de una web. Yo porque tengo el eBook y voy a meterlo todo ahí para leerlo cómodamente, pero no todos tienen y te aseguro que incluso 1/4 del capítulo ya es largo para visualizar y leer en internet.

    «- ¿cómo vas a salir? – le preguntó Kass
    - no podré, estoy atrapado en este lugar – las luces comenzaron a fallar, y la sacudida se volvía tan estridente que todo estaba por venirse abajo».

    Te puntualizó algo que ya he advertido en otras ocasiones: El guión (raya, en realidad, ALT + 0151) va pegado al diálogo y se inicia en mayúcula, ¡leches! XD

    Así:

    «—¿Cómo vas a salir? —le preguntó Kass.

    -------------------------------------

    Me alegra que al final seas constante después de aquella extraña desaparición.

    Saludos.

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  2. Estos días pillé un hueco y leí todo el relato.

    Bien:

    Veo en este relato una cosa super interesante, y es que todo él es como una interpretación brutal de la Alegoría de la Caverna, mezclada con un componente cyberpunk que mejor no le podría quedar.

    Ordenadores, robots...

    El protagonista, Kass, crece en un lugar llamado bastión, su hogar, donde su familia robot cuida de él. Le han contado siempre que la superficie del planeta fue arrasada y que él es el único ser vivo que queda. ¿Por qué iba a pensar lo contrario, a sospechar algo? La vida en el Bastión es cómoda y alegre...

    Un día descubre una presencia nueva y enigmática. Es Escape, un programa que comienza a susurrarle acerca del mundo de ahí fuera.

    Como dije, todo esto me recuerda a la Alegoría de la Caverna, y esa jaula dorada que usas como distintivo lo traduce MUY bien.

    La mejor parte es sin duda la parte final, descubriéndose que Escape es un virus y que Gála está corrupta. Todo esto brilla por su originalidad. Menudo mundillo de ciencia ficción cyberpunk has montado.

    Tengo la sospecha de que desde fuera alguien ya está pendiente de Kass; pues... ¿quién envió el virus al Bastión? alguien tuvo que ser, y desde luego no parece un hecho casual.

    Otra cosa buena es que no haya malos, sólo puntos de vista, y es que a veces olvidamos que no somos poseedores de la verdad absoluta, y de que hay muchas verdades que incluso se contradicen entre sí.

    Como punto negativo, le veo que están todos, Hontley, Gála, Escape, TODOS, muy humanizados. Los diálogos corresponden a seres humanos.

    ----------------------------

    Ahora...

    Hay una cosa que destroza el relato: las faltas, tanto ortográficas como de léxico y gramática.

    Sinceramente, son muchas, demasiadas, y es una pena porque el texto es realmente bueno e interesante, muy original. Pero esa baja calidad técnica dificulta muchísimo la lectura.

    Primero, creo que deberías haberte fijado bien, porque muchas son por descuidos.

    Segundo, cualquier programa tipo Word te corregiría la mitad.

    El resto ya depende de ti y tu ánimo de aprender leyendo y escribiendo.

    -------------------------------------

    En fin. siento el retraso y la parte negativa de la crítica, que es mucha, pero si no me gustara algo no me molestaría en comentarlo o leerlo. He disfrutado leyéndolo y me parece una gran pena que se quede así.

    Un abrazo.

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  3. Gracias Sergio por tan buen, extenso y producido comentario. Tranquilo, me tomo de buen grado tanto las cosas buenas como malas. Me dices claramente las faltas que otros no me dicen (por cuestiones de amistad, o porque no quieren que me ofenda, o lo que sea)
    El tema de ortografía, gramática y demás son de verdad un problema que si no corrijo hasta ahora es por falta de preocupación, pero tus duras (y ciertas) palabras me recuerdan que si quiero hacer esto bien tengo que pulir cada detalle de mi trabajo.
    Gracias de nuevo por semejante comentario final, que bueno que te gustara, y lamento que los errores no te hayan dejado disfrutarlo al máximo. Voy a trabajar en ello a fondo cuando vuelva de mis viajes.

    Un abrazo.

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  4. Lordarkangel : Hola rolimer soy lordarkangel del foro sc2-esp ya fallecido u.u ._. el año pasado "2011" como en julio o x hay vi tu relato "nos vamos a warcraft" y kisiera pedirte permiso para q me dejes publicarlo en el foro en el q estoy ahora ._. y tambien una cosa.... k me dejes acer una cinematica de tu relato con el editor del warcraft D:! plz ^^

    agregame al msn ._. :qwerty958@hotmail.com
    o entra al foro : worldedit.net

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  5. Buenas, Rolimer. Los comentarios los hago siempre con ánimo de ayudar dentro-de-lo-que-puedo, ya que ni mucho menos soy un experto en la "escribida" XD.

    Sí te digo que los tengas muy en cuenta. Porque como ya te he dicho, el relato rebosa calidad, o más bien rebosaría calidad si no fuera por esas faltas. Corregidas, adecentadas, me produciría una gran envidia la originalidad de este relato, me lo produce ahora también, pero con esa "decepción".

    Así que ya sabes, ¡ponte las pilas y arréglalo! No uses el corrector del word: primero corrige las faltas que veas tú mismo, que el esfuerzo es entrenamiento; ya cuando lo hayas hecho le pasas el word. Así, me lo releería otra vez y te haría un análisis exhaustivo dentro de mis posibilidades.

    Un abrazo.

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  6. Lordarkangel, te recuerdo un poco de nuestro amado foro caido de Starcraft. Que bueno que te halla gustado ese relato, fue el primero que hice con ganas de verdad.
    Ya te agregué al msn, nos vemos ahi para hablar bien de ese proyecto tuyo.
    gracias por pasarte por el blog.

    Sergio, yo los unicos comentarios que no me tomo en cuenta son los que se limitan a decir "esta bueno" y se corta ahi. Claro que no me mortifico y me exalto por tus criticas, pero me las tomo en serio porque son en general ciertas. Ahora mismo no tengo mucho tiempo para ponerme con el relato, pero cuando vuelva a mi escritorio me pondre con esto.
    Gracias por el apoyo y por la envidia (xD) quizas con algunos años de practica mas pueda llegar a escribir igual de bien que tú y Andreu.

    El Blog esta un poquito muerto, cuando regrese voy a barrer un poco y puede que vaya subiendo algunos minirelatos para hacer algo con esto. Tengo algunas ideas en la cabeza.

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